Muchos canarios tienen un nivel educativo deficiente y, además, no cursan ningún tipo de formación. En total, 561.017 personas de entre 18 y 60 años no cuentan con el título de Educación Secundaria Obligatoria y solo 23.000 están matriculadas en algún tipo de enseñanza pública para adultos ofertada por el Ejecutivo regional.

La Consejería de Educación y Universidades encargó recientemente un informe para conocer el perfil del adulto que podría beneficiarse de este tipo de enseñanza no obligatoria. Los datos, extraídos de la Encuesta de Población Activa y explotados por el Observatorio Canario de Empleo (Obecan) desvelan que "existe un amplio margen de mejora en el nivel educativo de la población adulta", explicó la consejera del área, Soledad Monzón, en una comparecencia parlamentaria solicitada por el grupo de Nueva Canarias para analizar la situación de los centros que dan este tipo de formación. "En la encuesta de población activa correspondiente al cuarto trimestre de 2015 se realizó, a través del Obecan, una explotación específica para averiguar el nivel educativo y formativo de la población de entre 18 y 60 años residente en Canarias, que no cursa ningún tipo de educación o formación", detalló la titular del área. "En el colectivo estudiado hay 13.004 personas sin estudios; 46.590 con estudios primarios incompletos; 131.182 con Educación Primaria y 370.241 que se quedaron a las puertas de titular en Secundaria y tienen formación hasta tercero de la ESO o similar". Es decir, 561.017 personas que no han logrado titular en ESO y que encuentran más dificultades para encontrar un empleo.

Esos números, extrapolados al contexto nacional, dan una idea de que la situación es peor en las Islas que en el resto del Estado. Según el Ministerio de Educación, en Canarias, el 50,6% de la población incluida en esta franja de edad "tiene estudios por debajo de la segunda etapa de Educación Secundaria (Bachillerato) frente al 43,4% de la media estatal". En cambio, "el porcentaje de personas con Bachillerato es mayor en el Archipiélago, un 22,4%, frente al 21,9% en el resto del país, pero vuelve a descender en la educación superior, con un 27% en Canarias y un 34,7% de media nacional".

"La mayor formación no puede ser un fin en sí mismo en el caso de la educación para adultos, sino que ha de estar orientada a potenciar todos los sistemas de acreditación de la experiencia y a respaldar a quienes deseen mejorar el nivel formativo alcanzado en etapas anteriores de sus vidas, con el fin de mejorar su capacidad de contribuir al desarrollo de sus familias y, por tanto, de la sociedad", resumió Monzón.

Adaptar los currículos y aumentar los recursos

Soledad Monzón admitió ayer que la educación de adultos en Canarias "es mejorable" y manifestó su confianza en que el presupuesto del próximo año permita incrementar la partida para esta área. El diputado de Nueva Canarias Luis Alberto Campos, que solicitó la comparecencia de la consejera, lamentó que estas enseñanzas, junto con las de Infantil, hayan sido tradicionalmente las grandes olvidadas del sistema educativo. Todos los grupos reivindicaron un mayor apoyo a este tipo de formación y Podemos abogó por la adaptación de los currículos. "No es lo mismo un estudiante de 20 años que uno de 55", advirtió José Déniz (Podemos).