Los fenómenos meteorológicos extremos a causa del cambio climático han alcanzado "tal gravedad" que se necesitan planes de mitigación y adaptación en las agendas políticas de todo el planeta para hacer frente a "unos fenómenos que no harán más que empeorar", han alertado expertos consultados por Efe coincidiendo con el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres.

El director del Global Carbon Project y científico del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas, Josep G. Canadell, ha lamentado que, para revertir el cambio climático y reducir el riesgo de desastres por fenómenos extremos, "ya hemos quemado muchas opciones" y que el planeta se seguirá calentando "hagamos lo que hagamos".

El científico ha explicado a EFE que en el último informe del IPCC publicado el pasado mes de agosto, alertaba de que en los últimos 30 años "se ha emitido un trillón de toneladas de dióxido de carbono", es decir, desde 1990, año en el que se publicó el primer documento del IPCC, se han consumido dos terceras partes del presupuesto de carbono que puede soportar la atmósfera.

Por ello, en las próximas décadas, "solo queda plantear políticas de adaptación" a la vez que se intenta estabilizar el clima. No obstante, según Canadell "ningún gobierno está preparado para lo que viene".

Ha remarcado que en los últimos informes, los científicos han vinculado desastres como huracanes, inundaciones, heladas, sequías u olas de calor al cambio climático antropogénico, fenómenos que solo pueden ocurrir "si la atmósfera se encuentra llena de gases de efecto invernadero (GEI)".

Canadell ha explicado que en lugares como Pakistán o India han fallecido cientos de personas a causa de una ola de calor "debido a la combinación de la humedad de un 80 % junto con temperaturas de más de 34 grados centígrados", por lo tanto, el sudor no logra refrigerar el cuerpo para enfriarse y "el organismo no puede soportarlo".

Por su parte, el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y premio Fundación BBVA 2021 a la Difusión Ambiental, Fernando Valladares, ha detallado a Efe que estos fenómenos suceden porque el calentamiento de la atmósfera, por efecto de los gases de efecto invernadero, "atrapa la radiación solar" y, al tener más energía, se generan turbulencias e inestabilidad, lo que provoca "vientos y oscilaciones climáticas más fuertes".

Del mismo modo ocurre con el calentamiento de mares y océanos que, durante décadas, han ido almacenando poco a poco el calor en décimas de grado "muy poco perceptibles", pero que al multiplicarse se ha generado "una inmensa cantidad de energía", responsable de que los huracanes sean más frecuentes e intensos.

"El número de huracanes simultáneos y la velocidad del viento está aumentando por culpa del calentamiento del agua", ha añadido.

Además, se ha comprobado que las temperaturas en Siberia son cada vez más altas, así como el bloqueo anticiclónico que a veces se da en la Península Ibérica, pero que ahora "se da con mucha más frecuencia y con mayor duración en pleno enero o febrero" debido a unas células alteradas de bajas y altas presiones que se quedan ancladas en pleno invierno.

Sin embargo, sostiene que no solo la alteración del clima provoca desastres en el planeta, también el impacto que tiene el ser humano sobre la biodiversidad puede dar lugar a la "desprotección ante fenómenos extremos", como puede ser la destrucción de los manglares "que nos protegen de los tsunamis" o la construcción de infraestructuras en espacios naturales que pueden formar "láminas de agua aceleradas ante precipitaciones torrenciales".

Valladares ha subrayado que el cambio climático genera además otros problemas transfronterizos como las migraciones, que "no son solo un problema de Centroamérica o África", sino que ocurren de la misma manera en España tras los episodios de sequías, inundaciones o incendios.

Por último, los expertos han coincidido en que la próxima Cumbre de Cambio Climático (COP26) que se celebra el próximo mes de noviembre en la ciudad escocesa de Glasgow, va a ser "una oportunidad de reflexión" sobre cómo reorientar el planeta hacia una recuperación verde.

En 1989, Naciones Unidas estableció el 13 de octubre como el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres y este año se centra en la "Cooperación internacional para que los países en desarrollo reduzcan su riesgo de desastres y sus pérdidas por desastres."