Los municipios de más de 10.000 habitantes, en los que reside el 80 % de la población española, sólo producen el 3 % de la energía que demandan, lo que les convierte en "sumideros energéticos dependientes", según un informe elaborado por la Fundación Renovables, en colaboración con la compañía noruega de instalación de paneles solares para el autoconsumo residencial Otovo.

El documento, titulado 'Incentivos fiscales para instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en municipios con más de 10.000 habitantes', analiza las bonificaciones y subvenciones que ofrecen los ayuntamientos a sus vecinos para instalaciones de autoconsumo fotovoltaico en su vivienda y concluye que "el principal problema es el gran desconocimiento que tiene a día de hoy la ciudadanía" respecto a esta tecnología.

Los ciudadanos "la ven como una herramienta lejana, que no va con ellos, ni está en su día a día”, ha explicado a Efe Raquel Paule, directora general de la Fundación Renovables, que apuesta por impulsar la divulgación sobre los beneficios del autoconsumo, al que califica como una "democratización del sistema energético" al diversificar los agentes en el sector y apoyar el consumo de cercanía.

Este es el cuarto informe sobre bonificaciones de este tipo elaborado por la Fundación Renovables, que ha ido afinando progresivamente el análisis desde la primera publicación, que afectaba a ayuntamientos de más de 100.000 habitantes, con la colaboración de la compañía noruega Otovo, con sede en España y especializada en la comercialización de este tipo de instalaciones.

Sin embargo, el director general de esta empresa, Iñigo Amoribieta, ha indicado a Efe que las bonificaciones o subvenciones no son realmente necesarias puesto que "el autoconsumo residencial ya es de por sí rentable", por lo que "esos recursos deberían destinarse por ejemplo a agilizar los trámites administrativos de instalación".

Y es que, en otros países europeos como Polonia la gestión "es tan ágil que puede estar resuelta entre 10 y 20 días", mientras que en España los trámites burocráticos pueden retrasar la instalación "entre 12 y 14 semanas".

Paule y Amoribieta coinciden en ver el autoconsumo "no como la solución definitiva a la crisis climática, sino como una manera de contribuir a un cambio general en el modelo energético" que, en opinión de ambos, debe desarrollarse a través de la "electrificación de la economía, empezando por los coches y las viviendas”.

El informe destaca algunos municipios como ejemplo de "buena gestión de las bonificaciones fiscales", como Santa Úrsula, en Santa Cruz de Tenerife, que cuenta con casi 15.000 habitantes y ofrece unas ayudas para estas instalaciones de hasta el 50 % de IBI, el máximo permitido, a 25 años.

La concejala de Medioambiente de esta localidad tinerfeña, Janira Gutiérrez, ha afirmado a Efe que su municipio se considera "pionero" en este tipo de bonificaciones ya que comenzaron a aplicarlas en el año 2001.

Desde su punto de vista "te premiamos por poner en tu tejado una instalación que te permitirá no depender de energías fósiles y, a la vez, mejorar las condiciones del municipio", resume Guitérrez, insistiendo en el hecho de que este tipo de infraestructura se amortiza "en poco tiempo", pero es preciso incentivar a todo aquél que se atreva a montarla ya "para generar un cambio general y contribuir también a la transición energética".

Algo en lo que concuerdan Paule, Amoribieta y Gutiérrez es que medidas políticas tomadas en años recientes como el llamado peaje de respaldo o impuesto al autoconsumo, más conocido como "impuesto al sol", han "mellado la reputación" de este tipo de opciones alternativas a las comercializadoras energéticas convencionales, motivo por el cual hoy día es necesario "incentivar a los interesados".