CaixaBank ha anunciado que este mes de septiembre iniciará la comercialización de sus primeras tarjetas biodegradables, de las que prevé distribuir alrededor de 150.000 unidades al año. Se podrán adquirir en cualquier oficina de la red de CaixaBank, siempre en la modalidad de tarjeta regalo.

Estas tarjetas están fabricadas con un material biodegradable en su totalidad, compuesto principalmente por ácido poliláctico (PLA), un bioplástico que se obtiene a partir de almidón de maíz. "El resto de componentes de la tarjeta son biomasa. El resultado es una tarjeta orgánica y biodegradable, más ecológica que el plástico tradicional, porque procede del petróleo y cuyo plazo de descomposición se estima entre los 100 y los 1.000 años", explica la entidad.

Su proceso de fabricación "reduce a la mitad la huella de carbono que provoca su fabricación y supone la reducción de prácticamente la mitad del CO2 emitido a la atmósfera: frente a unas emisiones de 30 kg de CO2 del PVC de los antiguos plásticos, se pasa a una huella de 15,5 kg por cada 1.000 tarjetas", añade CaixaBank.

Por otro lado, la entidad bancaria cambia el proceso para el reciclaje de todas sus tarjetas, tanto de las de material biodegradable como de los plásticos tradicionales. A partir de ahora, los clientes "entregarán sus tarjetas caducadas en su oficina de referencia, que se encargará de activar el circuito de reciclaje establecido para cada uno de los modelos".