Guía de Isora ofrece una amplia oferta gastronómica definida por los productos agrícolas, carnes y pescados, que dan las claves para entender culturalmente la conexión de los sabores y platos elaborados, con su lugar de procedencia y su función en la alimentación tradicional.

Degustar los platos de los restaurantes de Alcalá o Playa de San Juan supone un agradable reto para los paladares más exigentes. Pescado fresco, pulpo, chocos, atún… y, cómo no, la vieja en su punto. Todo ello acompañado de mojos típicos. Tal es la fama que alcanza la zona que es precisamente un isorano, el chef Carlos Mesa, el ganador del Primer Concurso de Mojos de España, celebrado recientemente en la cita de Madrid Fusión.

Otros símbolos de la cocina canaria como los pucheros, potajes, brasas o guisos de carne y quesos frescos se ubican en las zonas de medianías, encontrando agradables rincones adaptados a todos los bolsillos. Todo amante de la buena cocina familiar debe recorrer los distintos guachinches, bares y restaurantes desde Vera de Erques hasta Chío, pasando por Tejina de Isora, Aripe, Chirche, Chiguergue o el casco isorano, donde también son muy conocidos sus tradicionales rosquetes de huevo.

Además, la gastronomía tradicional se complementa con la innovación y la calidad que reconocen las estrellas Michelin de Guía de Isora, dos de ellas en el restaurante Martín Berasategui (M.B) y otra en el Kabuki.

Santuario del sol, refugio del mar

El municipio isorano se caracteriza por un desarrollo turístico sostenible y se prepara para obtener el sello Biosphere. Un destino selecto, con tres de los mejores hoteles de Europa en su apreciada costa: The Ritz Carlton, Abama; el Gran Meliá Palacio de Isora y Las Terrazas de Abama Suites (recientemente galardonado como Mejor Hotel de golf del Mundo en los IHA), así como una variada oferta de alojamiento rural en sus medianías, que rozan las faldas del Parque Nacional del Teide.

La costa isorana combina amplias zonas de baño como la de Playa de San Juan con otras playas más pequeñas de arena negra en Alcalá, enclave de tradición marinera famoso también por sus calas y charcos de lava volcánica que conforman auténticas piscinas naturales. Las tranquilas aguas isoranas han permitido la creación de amplios espacios públicos frente al mar adaptados para personas con movilidad reducida, zonas que permiten dar cómodos paseos a cualquier hora del día, con carriles para bici y otras prácticas deportivas con la suficiente distancia y seguridad.