Noa, la perrita de Tenerife que se hace viral por su adorable reacción a una conversación de su dueña

Una investigación ha revelado que los perros procesan el lenguaje humano de manera similar a las personas, prestando atención tanto al tono de la voz como al significado de las palabras. De hecho, son capaces de diferenciar distintos matices del sonido humano, como la entonación.

Muchos dueños aseguran que a sus mascotas "solo les falta hablar", aunque a veces puedan sobrestimar su inteligencia y capacidad de comprensión. Sin embargo, el caso de unajoven de Tenerife, Carla, y su perrita Noa cuyo video queparece confirmar al cien por cien los hallazgos del estudio se ha hecho viral en los últimos días.

Esto se evidencia en una divertida escena doméstica en la que Carla le juega una broma a su inseparable compañera, una Pinscher Miniatura.

Sentada en el suelo del salón y de espaldas al sofá donde descansa Noa, Carla finge hablar por teléfono con su madre. En la conversación imaginaria, le cuenta sus planes para el día, dejando fuera a su mascota. La reacción de Noa es inmediata: con cada frase de su dueña, responde con gestos y adorables gruñidos, como si entendiera cada palabra. El vídeo de este momento se ha hecho viral en redes sociales.

Una reacción adorable

Desde el primer "Oye, Mami", Noa eleva las orejas y presta una atención extrema. Cuando Carla menciona que irá "con Raquel a comer a casa de la abuela, queso y jamón", la perrita estira el torso y sigue cada palabra con la mirada, inclinando la cabeza de un lado a otro.

El punto de quiebre llega cuando Carla insinúa que Noa no podrá acompañarlas: "Noa, no sé si va a ir. Creo que se queda en La Laguna. Está malita y tiene que ir al veterinario porque tiene dos bultitos". Apenas escucha la palabra "veterinario", la pequeña perrita comienza a gemir con tristeza.

Su dueña insiste: "Pero yo voy a ir con Raquel y después iremos a merendar a casa de la abuela Pura. Noa se queda. Noa se queda porque se portó mal". Ante esto, la perrita se mueve rápidamente del sofá y se acurruca junto a Carla, acariciándole la cara con la suya y dándole besos, mientras emite quejidos de súplica. La reacción de Noa provoca la risa de Carla, y la escena concluye con un intercambio de mimos y carcajadas.