Uno espera cuando se sube a un avión que el trayecto sea lo más cómodo posible, sin incidentes, con tranquilidad y llegar al destino en tiempo y forma. Pero esto no ocurre siempre y en ocasiones nos llevamos una sorpresa, ya sea por una circunstancia imprevista o porque, como este el caso, por un asunto de lo más surrealista.

Es lo que ocurrió hace unos días con un vuelo que tuvo que hacer una escala antes de llegar a su destino. En ese vuelo, identificado como LS782 y operado por Jet2, que tenía una ruta desde Gran Canaria a Machester aterrizó por una emergencia nada común y muy rara de encontrar en la historia de la aviación civil.

Emergencia por "motivos desconocidos"

En el vuelo se vieron afectados unos 200 pasajeros que se habían subido en el aeropuerto canario de Gando y se disponían a pasar unas cuatro horas y media en el interior de la aeronave. Hasta aquí todo normal, sin embargo, el comandante se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Bilbao por motivos que, durante cierto tiempo se desconocía, incluso, para aquellas cuentas de redes sociales especializadas en aviación y que suelen reportar incidencias o noticias relacionadas con este ámbito.

Ruta del avión que aterrizó de emergencia en Loui, Vizcaya, por tener los lavabos de la aeronave estropeados.

Durante un tiempo más o menos prolongado, lo único que se sabía del vuelo LS782 que cubría la ruta Gran Canaria-Manchester es que iba a aterrizar en Bilbao por "motivos desconocidos". Un aterrizaje que se anunció como "emergencia" en mitad de su plan de vuelo.

Cuando tomó tierra, se comenzó a saber los verdaderos motivos del aterrizaje de emergencia en tierras vascas. Y es que poco después de despegar del aeropuerto de Gran Canaria, los pasajeros se dieron cuenta de que no podían utilizar los lavabos de la aeronave por una avería que lo impedía. Ese desafortunado contratiempo se fue acrecentando con la cantidad de pasajeros que comenaron a tener la urgencia de ir al baño.

Así, y con más de dos horas y media de vuelo por delante, el comandante tomó la decisión de realizar un aterrizaje de emergencia en el citado aeropuerto bilbaíno.

Durante la escala, los pasajeros que lo necesitaron pudieron bajar del avión e ir al baño. Mientras, se descargaron las aguas residuales almacenadas en los depósitos del avión. Alrededor de una hora después, la aeronave con todos sus pasajeros y tripulación a bordo retomó el vuelo para aterrizar en Manchester sin más novedad.