Si de algo hemos podido alardear los españoles, durante siglos, es de los importantes beneficios que aporta la siesta, especialmente como perfecto inyector de energía. Un plácido descanso, por breve que sea, tras una primera jornada de trabajo, es el estímulo perfecto para retomar las tareas con otro entusiasmo y empuje.

Es por ello que, sabedoras de todos estos beneficios, dos empresas japonesas han unido fuerzas para crear un invento revolucionario que ayudará a aumentar la productividad de los trabajadores nipones. Unas cajas de siesta, implantadas en sus centros de trabajo, para que puedan recuperar energía y así continuar su trabajo sin un mínimo de cansancio.

Caja de siesta, un espacio privado para dormir de pie

Los trabajadores japoneses pasan gran parte de su tiempo en el trabajo o de camino a él. Por eso no es extraño que sea ya casi una norma, utilizar los baños para pegar unas cabezaditas, y así poder continuar con la frenética vida laboral.

Atendiendo a esta demanda, y preocupados por aquellos que no pueden descansar como se merecen, dos empresas japonesas, una dedicada a la fabricación de mobiliario, y otra a la comercialización de madera contrachapada, han creado lo que ya se conoce como "caja de siesta", que más bien podría parecerse a una cápsula espacial a punto de salir al universo.

Comodidad en cualquier sitio

Se trata de un habitáculo en el que el usuario, según aseguran, puede descansar de forma cómoda, teniendo la cabeza, las rodillas y espalda bien apoyadas, permitiendo así el descanso total. Además, con la tranquilidad de que no van a caerse.

Estas cápsulas están pensadas para ser colocadas en los baños de la empresa, en el transporte público o, incluso, al lado del propio escritorio de la oficina.

Aunque la idea es ofrecer un descanso a los trabajadores, existe una teoría mucho más práctica, y menos romántica, y es la de hacer aumentar su productividad y, de paso, ofrecer un trabajo más saludable.

¿Crees que es un buen invento como para imponerse en todas las empresas del mundo? En unos años lo sabremos.