Una curiosidad que suele llamar la atención de quienes no frecuentan los restaurantes de lujo pero deciden hacer una excepción en vacaciones, es que estos establecimientos no suelen disponer de ensaladas en los servicios nocturnos.

¿En los ambientes más selectos está mal visto degustar una ensalada para cenar? ¿Pierden los vegetales frescos sus propiedades con el paso de las horas? Nada de eso, el motivo es mucho más prosaico y tiene que ver con la digestión.

La culpable tiene nombre

Y es que las ensaladas de vegetales frescos son muy ricas en fibra insoluble. Aunque este tipo de fibra tiene propiedades beneficiosas (por ejemplo, regula y facilita el tránsito intestinal), es un tipo de sustancia que no se digiere, por lo que es susceptible de provocar efectos indeseados en forma de hinchazón abdominal y flatulencias.

Esto ocurre con más facilidad si en una comida solo ingerimos la ensalada, cosa que es más probable que ocurra a la hora de cenar.

Restaurantes de lujo: no solo se distinguen por servir delicatessen

Y aquí es donde entran en juego los restaurantes de lujo. La mayoría de ellos, además de servir exquisitas y exclusivas preparaciones, disponen de un nutricionista titulado que supervisa la composición nutricional de los platos.

Y son ellos los responsables de que se eliminen de las cartas de noche las dietéticas ensaladas, evitando de esta forma la posibilidad de que algunos clientes sufran indisposiciones estomacales tras haber cenado en esos exclusivos establecimientos de restauración.