La inocencia de un niño no refleja la sorpresa, la ilusión, la imaginación, su limpia y maravillosa manera de ver las cosas. Hace unos días ocurrió un mágico momento entre una marioneta y dos hermanos en el centro de Santa Cruz de Tenerife, concretamente en la calle Castillo.

En el lugar estaba Mario González Serrano, cuyo nombre artístico es Mario Ezno, que estaba entreteniendo a los transeúntes junto a su pareja artística Manolo Bolaño.

En el lugar se encontraron a Gala y Aitor, dos jóvenes hermanos que paseaban junto a sus padres en el centro de la capital tinerfeña. Ambos quedaron asombrados con Manolo e interactuaron con el muñeco para el deleite, además de los propios pequeños, del resto de peatones.

Natural de Cuenca, Mario estaba de paso por Tenerife y no dudó en hacer su arte para el disfrute de los tinerfeños y de los turistas. Este artista lleva siete años recorriendo el mundo con sus marionetas de madera y muchas historias que contar junto a su inseparable Manolo Bolaño, el títere con el que ha cosechado éxito tras éxito en más de medio centenar de países. 

Un accidente de tráfico y una lenta recuperación y rehabilitación hicieron a Mario interesarse por el mundo de los títeres hace casi una década. Durante los meses en los que no podía salir de casa tras el accidente de tráfico “me di cuenta que se me daba bien hacer y manejar cosas con las manos”, dice.