Jóvenes patinando a gran velocidad por carretera, incluso invadiendo el carril contrario a su marcha en Tenerife, han comenzado a proliferar por diversas redes sociales y se está convirtiendo en un reto viral por ver quien es capaz de alcanzar la mayor velocidad posible en el descenso de estas carreteras mientras se graban en vídeo para luego compartirlo. Se trata de una actividad extremadamente peligrosa que, aunque no es nueva, se comparte cada vez más entre determinados grupos de aficionados a esta modalidad de circular sobre ruedas.
Los skates son considerados como peatones y, por tanto, deben ir por la acera a una velocidad similar al paso de un viandante, evitando causar molestias o peligro al resto de usuarios, como refleja el reglamento de circulación en su artículo 121.4. Ese articulado señala que: «Los que utilicen monopatines, patines o aparatos similares no podrán circular por la calzada, salvo que se trate de zonas, vías o partes de las mismas que les estén especialmente destinadas y solo podrán circular a paso de persona por las aceras o por las calles residenciales debidamente señalizadas, sin que en ningún caso se permita que sean arrastrados por otros vehículos».
Por tanto, en ninguna circunstancia pueden circular por las calzadas y, si lo hacen, pueden ser objeto de denuncia ya que suponen un riesgo para la seguridad vial del propio usuario y del resto conductores. Los usuarios de monopatines o patines pueden ser sancionados y pagarán una multa de hasta 1.000 euros cuando estén implicados en algún accidente de tráfico.
