Un suceso muy curioso ha ocurrido en Irlanda cuando un hombre y su hija se encontraron con una morsa del Círculo Polar Ártico en la isla irlandesa de Valentia, situada al oeste del país. Creían que era una foca, pero con tales colmillos y el gran tamaño del animal rápidamente se dieron cuenta de que realmente era una morsa.

Según el diario IrishCentral, todo apunta a que esta simpática morsa estaba echándose la siesta en un bloque de iceberg que quedó a la deriva, y que con el movimiento del Atlántico acabó en la isla irlandesa. El experto consultado por el medio asegura que una vez consiga pescar cangrejos y otro tipo de alimento en la costa irlandesa volverá otra vez al Ártico, el lugar que le corresponde.

“Era enorme. Tenía aproximadamente el tamaño de un toro o una vaca, bastante similar en tamaño; es grande, grande", comentaba los testigos del animal. No es la primera vez que una morsa aparece en Irlanda, pero es bastante raro pues según los expertos se habrá visto una veintena en los últimos 40 años.