George Floyd, el hombre afroamericano asesinado por la policía de Mineápolis, ha sido el causante de las graves protestas de las últimas semanas en los Estados Unidos. Donald Trump ha amenazado con desplegar al ejército en caso de que los gobernadores no controlen la violencia.

Sin embargo, la noticia de hoy no trata de eso, sino de que la víctima dio positivo por la Covid-19 el 3 de abril, dos meses antes de fallecer, cuando ya no contaba con síntomas. Evidentemente la enfermedad no causó su muerte, ya que se había curado, pero el informe de la autopsia ha informado de que padecía la enfermedad derivada del SARS-CoV-2.

La muerte de George Floyd se debió a un paro cardiorrespiratorio causado por una inmovilización por parte de varios policías de la localidad. En teoría, todo sucedió cuando el hombre intentó pagar con un billete de 20 dólares falso, lo que generó que algunas personas llamaran a la policía. Pese a que dio positivo, es normal, ya que la Covid-19 puede persistir durante semanas tras sobreponerse uno a la enfermedad.

Así, George Floyd padecía también una enfermedad cardíaca arteriosclerótica que empeoró la situación aun más.