Un hecho insólito ha ocurrido en la ciudad estadounidense de Chicago. Un camionero fue contratado la semana pasada, y en tan solo cuatro días fue despedido por su jefe. Al parecer, el conductor solo realizó un trabajo hasta que, como él señala, fue despedido injustamente.

Parece que el trabajador no se tomó muy bien este despido y no consideró justo el hecho de que, en tan solo cuatro días, ya se encontrara de nuevo en la calle y sin trabajo. La venganza no tardó en consumarse y el trabajador despedido decidió estampar uno de los camiones de la empresa contra el vehículo personal del empresario, un Ferrari GTC4 Lusso valorado en 300.000 euros que ha quedado completamente destrozado como se puede ver en la imagen que se ha viralizado en las últimas horas.

El flamante coche siniestrado es un modelo exclusivo de la marca italiana que puede alcanzar velocidades de más de 320 km/h.