Smárason había escuchado que las hamburgesas de Mc Donald's nunca se descomponían, así que decidió comprobarlo por si mismo cuando supo que la franquicia había decidido abandonar el país he hizo el último pedido en el país de una hamburguesa con queso y papas fritas. Eran los primeros años de la reciente crisis mundial.

Tras mantener la hamburguesa junto a un cartucho de papas fritas en una bolsa de plástico durante tres años decidió entregar este objeto único al Museo Nacional de Islandia que finalmente decidió devolvérsela al afirmar que el museo no podía conservarla. "Creo que se equivocan, esta hamburguesa se conserva sola", afirma Smárason. Parece que el tiempo, siete años más tarde, le está dando la razón.

Desde entonces la hamburguesa se encuentra expuesta en el hostal Casa Snotra, en el sur de Islandia. Expuesta en el salón de la casa de huéspedes en una vitrina, muestra a todos sus invitados un cartel orgulloso que reclama "¡Hola! Soy la última hamburguesa de queso vendida en Islandia en 2009", invitando a publicar un selfie con hashtags para reconocerla. Este tipo de acciones sociales son habituales en Islandia, utilizándose tanto para promocionar un lugar como para conseguir que los turistas realicen una denuncia sobre el estado de las carreteras, o la utilización de tendidos eléctricos aéreos.

Quizás Islandia quede muy lejos para hacerse un selfie, o pueda pensarse que es una fake news. Para todos ellos el hostal permite hacer un seguimiento en vivo con la webcam.