Shay Bradley no quería un funeral triste y al uso. El pasado 8 de octubre, la vida de este irlandés llegaba a su fin tras una larga enfermedad. Y quiso que, en su despedida, fuera recordado como una persona con sentido del humor.

Así pues, Bradley y su hija Andrea planearon una escena graciosa para el entierro: un año antes de su muerte, el hombre grabó un mensaje en el que parecía estar hablando desde el interior de su tumba.

"¿Dónde diablos estoy? Déjame salir. Esto está oscureciendo. Lo que estoy oyendo ¿qué es?, ¿la voz del cura?", decía en el audio a la vez que simulaba que le daba golpes al ataúd.

Andrea contó así la anécdota en Twitter: "Aquí hay una foto de la leyenda misma. Mi padre, Shay Bradley. Fue su deseo de morir que pusiéramos esto en su funeral. Qué hombre... Para hacernos reír a todos cuando estábamos increíblemente tristes... Era un hombre para un hombre. Te amo para siempre".