El pasado mes de agosto Gran Canaria vivió un infierno con los tres incendios que sufrió la cumbre y que calcinó más de 10.00 hectáreas y obligó a evacuar a 10.000 personas en las zonas afectadas.

Efectivos de incendios de la Isla, como de otras del Archipiélago y más fuerzas llegadas de la Península se emplearon a fondo, y gracias a su actuación, impidieron que las llamas provocasen un impacto mayor. Un ejemplo de ello fueron los pilotos de los cuatro hidroaviones 'apagafuagos' que cargaban agua en la Bahía de Las Palmas para descargarlos sobre el fuego en la cumbre.

"Gracias Gran Canaria. No voy a olvidar este vuelo en la vida", respondía en su cuenta de Twitter uno de los militares a esa masiva muestra de gratitud en plena playa capitalina. Desde entonces, muchos son los que siguen en las redes sociales a estos héroes alados, que desgraciadamente han continuado su labor sin descanso en otros puntos de la geografía nacional.

Uno de ellos, Fernando Adrados, publicó una experiencia personal que busca romper esteorotipos, que ha sido aplaudida como muestra los distintos comentarios.