Kinga Wawro es una joven polaca de diecinueve años que nació sin su antebrazo derecho . Desde pequeña su sueño siempre ha sido ser mecánica de coches así que, a pesar de las dificultades, ha decidido luchar por sus sueños. Gracias a sus compañeros de clase tiene una prótesis con la que puede trabajar igual que el resto. Fueron ellos mismos quienes utilizaron sus conocimientos para diseñarla e imprimirla en 3D. La prótesis está totalmente equipada con una linterna e imanes para sujetar tornillos, así puede fijar los coches. Con su nuevo brazo ha aprobado los exámenes prácticos de la academia, ha recuperado la confianza y está cada vez más cerca de convertirse en una mecánica profesional.