La Palma perdió en su peor encuentro

ub la palma    67
girona    71
UB La Palma: Martínez (13), Schaftenaar (8), Arrocha (7), Santana (3), Tavares (-), -inicial-, Díaz (2), Bonhome (-), Peña (10), Sikma (10), Kloos (2), López (12) y Domínguez (-).
Girona: Ordin (10), Middleton (6), Freimanis (13), Vallmajó (9), Pino (11), -inicial-, Coleman (10), Jiménez (-), Vila (7) y Guirao (5).

Árbitros: Terreros San Miguel, quizás el mejor árbitro de LEB, y Mas Cagide, un buen “ayudante”. Excluyeron con cinco faltas a Middleton.

Parciales: 7-13, 19-18, 27-28, 34-37, -descanso-, 41-47, 49-62, 58-64 y 67-71.

Incidencias: Pabellón Multiusos Roberto Estrello, con presencia de unos 800 aficionados. Muy floja entrada. Y no hay justificación posible. Con tan poco público, el “UB” es un proyecto de EBA.
FOTOS: CÉSAR BORJA PARA EL DÍA

VÍCTOR MARTÍN, S/C de La Palma

Es difícil criticar al “UB”. Piensas lo que están dando esos “niños”, las alegrías que te meten en el cuerpo, y da hasta corte darles un “palo”. Acabas “machacándote” el cerebro antes de comenzar la crónica para buscarles una justificación. Algo que los ampare. Pero mire (usted que lee), ayer jugaron los tres peores cuartos desde que Ñete Bohigas entrenaba a La Palma y le mandó aquel mensaje al cronista, el día que lo cesaron, que decía “fue culpa tuya. Ya estarás contento…” o algo más amenazante. Le ganó Girona, un equipo que tiene lo justo, pero al que le sobra agallas (Ordín) y frialdad (Vallmajó).

Los primeros treinta minutos tuvieron un mismo guión. Cuando uno era niño, sí, uno también fue niño, se decía “a resbalar, a trompicar y a todo”. Significaba que no había reglas y que ponías hacer lo que te venía en gana. La Palma mantuvo su estilo. Ese que le hizo grande. Correr, botar y tirar. Sin pizarra. Pero claro, vale si de vez en cuando metes una… Ordín, Vallmajó y Pino dieron las primeras ventajas claras al Girona. Lo ajeno, siempre con defensa individual y seleccionando bien el lanzamiento, su fue 7-15. El “UB” iba a trompicones, sin seguridad, con Santana (su “1”) desarbolado.

Aún con todo, el “UB” remontó el partido. Tras los cambios a la americana (salen cuatro y entran otros tantos), Frade encontró una “unidad” de todas las que metió con más fortuna en la ofensiva. López, Kloos y Díaz aportaron los puntos para el 19-18, marcador al que colaboró “el parón” del Girona. Que tiene lo que tiene…

El segundo cuarto, otro “disparate”. Da un yo que sé “atacarlos”, pero aquellos “correres” de un lado para el otro, sin seleccionar el tiro, sin buscar bajo canasta, sin entender al compañero como parte del juego… La Palma estaba “desgastada”. Quizás harta de tanto ganar (ahora que lo pienso eso es una estupidez) o, también, con falta de entrenar todos juntos (eso sí es más posible). Girona tampoco fue la “biblia” en verso, pero tuvo un hilo conductor, al menos una forma de actuar, para irse al descanso ganando (34-37) gracias a Coleman, Vallmajó y a los dos triples de Pino.

En el tercer cuarto, el “UB” ya ni defendió. Alguien dijo un día que todo lo bueno de esta vida, mata, engorda o embaraza. Y quizás tuviera razón. La Palma se metió en esa dinámica donde arriba se ve el aro pequeño, apenas destacar la pelea de Sikma o los puntos de López, y abajo te pesa hasta la “nariz”, sin buscar línea de pase, cortado al primer bloqueo… Girona metió 25 puntos. Es cierto que casi todos convirtieron de tres (Ordín, Freimanis y Guirao), que se movieron con soltura bajo canasta (Coleman y hasta Middleton), pero nadie les sopló en el cuello. Ni una mala mirada. Ni un mal gesto. Complacientes en el 49-62 desolador.

En los últimos diez minutos, pudo pasar de todo. Y no le tomo el “pelo”. Si lee todo lo anterior, no se lo creerá. Pero así es el baloncesto. La Palma acabó por meter una marcha más al juego, robó balones para canastas de Martínez y López. Girona dudó, comenzó a tener miedo, las manos se le pusieron frías y las diferencias se “achicaron”. Faltaban 5 minutos y el marcador reflejaba un 58-64. Un par o tres acciones de Peña pusieron el partido 67-69 a falta de 45 segundos. Atacó Girona. Falló. Balón para el “UB”. Había tiempo. Martínez se levantó de tres faltando apenas 7 segundos. Desde una esquina. La suele meter. Ayer, la erró. Dos tiros libres de Ordín pusieron el 67-71. Pero sí, ellos merecieron ganar. Fue justa.