La afición del «Pío, pío, canarión» brilló en el Buesa Arena

 Durante la presente edición de la Copa del Rey 2013 celebrada en Vitoria-Gasteiz se ha buscado la Mejor Afición Bifrutas de la competición.

Por el número de aficionados estaba claro que el premio se lo iba a llevar la afición del Caja Laboral, equipo anfitrión, por eso tiene más mérito ver a los del «Pío, Pío, canarión» ser  la segunda afición más animada en la Copa del Rey, con el malaguita» al frente, un hombre  voluminoso que se dejó la garganta y que reconoció que «el baloncesto es su vicio, su pasión», para añadir que ser del GRANCA es un sentimiento, «como se puede querer a tu novia o a tu familia».

Enhorabuena desde BASKETMANÍA A LA AFICIÓN DEL PÍO, PÍO, CANARIÓN.

La lucha durante estos 4 días de competición ha sido vibrante, con cambios diarios en la clasificación y con una rivalidad muy sana que se ha percibido en el pabellón. Todas las aficiones han demostrado lo mejor de sus coreografías y la gran originalidad de sus cánticos, aparte de apoyar a su equipo durante cada segundo de juego. El aplausómetro Bifrutas ha recogido los decibelios de las aficiones con luchas muy igualadas en cada uno de los partidos.
Un comité de expertos liderado por Juanma López Iturriaga, junto con los votos de los aficionados, han decidido la afición merecedora de ser la Mejor Afición Bifrutas de la Copa del Rey, premio oficial ACB.
Así ha quedado la clasificación final tras las cuatro jornadas de competición:
Ganador: CAJA LABORAL BASKONIA – 67 puntos

2 clasificado: HERBALIFE GRAN CANARIA – 65 puntos

3 clasificado: VALENCIA BASKET – 30 puntos

La entrega del trofeo ha tenido lugar en el descanso de la final de la Copa del Rey. En él, Roberto Herranz, Director de Unidad de Negocio del Grupo Leche Pascual, afirmó que “todas las aficiones han estado excepcionales. En particular, la que ha salido ganadora, la del Caja Laboral, me parece brillante. Es un público totalmente entregado que transmite color y fuerza para su equipo durante todos los partidos”.
“La buena relación entre las aficiones llama la atención”, añadió Herranz. “Es algo singular del basket y que se pone de manifiesto especialmente en eventos como este. En el pabellón hay muy buen ambiente y hasta colaboración en muchos momentos, mientras que la rivalidad se queda en el campo, lo que es fantástico”.