Wendell Davis, protagonista de la mejor actuación de la historia en el baloncesto español

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Nadie, desde que se tienen datos estadísticos, ha realizado una exhibición como la del pasado domingo en el Barris Nord de Lleida. Wendell Davis (Ilerdauto Nissan Pardinyes) firmó 67 puntos de valoración superando los 66 de Arvydas Sabonis en 1995 con la camiseta del Real Madrid

 
ÁREA COMUNICACIÓN FEB

45 puntos, 16 rebotes, 6 asistencias y 6 recuperaciones, para un total de 67 puntos de valoración. Nadie ha firmado un partido tan perfecto en un partido de liga en España, en cualquier competición.  Arvydas Sabonis tenía el tope con un partido de 1995 en el que el Real Madrid se enfrentaba al Coren Ourense. 32 puntos, 27 rebotes, 3 asistencias y 5 balones recuperados para un total de 66 puntos de valoración.

Derrel Washington llegó a los 65 en la 96/97, récord de la LEB Oro; mientras que Amaya Valdemoro tiene el tope de Liga Dia con 61 en el 99/00. Aleksandar Marcius (LEB Plata) y Gisela Vega (LF2) marcan los registros más altos de las dos competiciones con 62 puntos. Por eso el partido de este alero de Ohio del Ilerdauto Nissan Pardinyes adquiere una gran importancia. A sus 23 años Wendell Davis es el referente del líder del Grupo C-B de la LIGA EBA. Además, la histórica actuación la realizó en un partido que les enfrentaba con el tercer clasificado, donde la victoria era crucial para luchar por el ascenso de categoría.

El técnico del equipo catalán, Gerard Encuentra, afirma que Wendell es “un jugador que alterna el puesto de ‘tres’ con el de ‘cuatro’. Es distinto a los americanos que vienen a Europa. Es un jugador que piensa más en ganar que en hacer sus propios números. Es cierto que ha realizado un partido espectacular, anotando 45 puntos, pero hace cuatro jornadas sólo lanzó tres veces a canasta y realizó un partido muy bueno. No es especialista en nada, pero es bueno en muchas cosas. Es competitivo y ha cogido el rol de líder que nos viene muy bien en un equipo joven. Además, era un partido ante el tercer clasificado, había perdido el segundo el día anterior, veníamos de una derrota, teníamos jugadores lesionados… y se echó el equipo a la espalda, pero no sólo en anotación.”

Wendell Davis: “Cuando vi la hoja de estadísticas no me lo creía”

El alero de Ohio afirma que “hay días buenos y días malos, pero para hacer una actuación como la del domingo tiene que haber un trabajo duro detrás. Teníamos muchos compañeros lesionados, entre ellos Juan Oliva y Adriá Rivas, así que éramos sólo seis jugadores más los juniors. Sabía que tenía que ser mejor jugador, y convertirme en un líder para conseguir una gran victoria. Estoy muy contento por este partido.”

Davis asegura que cuando terminó el partido no era consciente de lo que había hecho: “tenía buenas sensaciones y sabía que había realizado un buen encuentro, pero cuando me enseñaron la hoja de estadísticas me sorprendió. No tenía ni idea de que hubiera anotado 45 puntos y 16 rebotes. La verdad que un partido como éste es lo que sueñas cuando estás solo, trabajando duro y nadie te está mirando.”

“Los que me conocen saben que trabajo muy duro para estar en forma y que sólo quiero ser mejor en cada uno de los entrenamientos y de cada partido” afirma Davis, que apunta que “cuando llegué a España lo que quería es poder demostrar que tengo las capacidades para competir como profesional en Europa.”

A los 23 años Davis dejó la Universidad de Ashland para emprender la aventura europea: “Lo primero que se me viene a la cabeza cuando me dijeron que iba a jugar en el Ilerdauto fue emoción. Estaba muy excitado porque un equipo español confiaba en mí y podía atravesar el océano y hacer algo que siempre había soñado.” A pesar de las dificultades iniciales, como el idioma o las reglas diferentes (“sufrí al pasar de 30 segundos de posesión a los 24 de Europa. Además, llegué a un equipo que juega muy rápido y a gran velocidad”), Davis se ha adaptado perfectamente a la vida en Lleida: “Me ayudó muchísimo Adrià (Rivas). Porque al estar lejos de la familia puedes tener días buenos, pero también días malos. Para mí ha sido importantísimo tener a alguien como Adriá, que se ha preocupado por mí, me ha ayudado. Ahora es él el que lleva 15 días lesionado, por lo que esta victoria tenía también un sabor especial. La verdad es que me han ayudado todos los compañeros.”

Siete meses en España dan para mucho. Davis cuenta que tienen una costumbre en el equipo: “Se llama ‘Pica Pica’ y se trata de irse a comer después de los entrenamientos. Es una forma de conocer a tus compañeros, reírte con algunos chistes y adaptarte al estilo de vida del país. Es algo parecido a la vida en la Universidad y se lo recomiendo a todos los jugadores americanos. Es una experiencia personal muy buena, conocer a gente nueva, probar alimentos diferentes, distintas formas de ver la vida… He aprendido mucho de mis compañeros dentro y fuera de la cancha. Porque además hay un muy buen nivel de baloncesto y puedes mejorar mucho tu juego.”