La anécdota vivida con el gran Alexander Gomelsky

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El Tenerife Número Uno, presidido por el empresario Amid Achi, fichó en la temporada del año 88 al prestigioso seleccionador soviético ALEXANDER GOMELSKY, todo un mito en el baloncesto mundial y campeón olímpico y europeo con Rusia, cuando este país era una gran potencia cestista, con los Sabonis, Tkachenko, Myshkin, Volkov, Homicius… Le conocían como «El coronel», también «El zorro plateado», debido a su pelo blanco. El gran Gomelsky falleció el 16 de agosto 2005 a la edad de 77 años años debido a una leucemia.

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En aquella temporada, que no llegó a completar debido a los malos resultados, Gomelsky tenía como entrenadores ayudantes a Trifón Pochs y a Alejandro Martínez, con un auténtico plantilla,  donde brillaban ilustres como José Manuel Beirán, Juan Fermosell, Arturo Seara y los más jóvenes en aquella época Pedro Ramos, Andrés Valdivieso, Enrique Alfonso, Xavi Herrera y Wen Perdomo.

Un día, con motivo de la fiesta ofrecida en el hotel Mencey por el DIARIO MARCA, con motivo de su 50 aniversario (creo recordar) Manuel Saucedo, director del diario, me indicó que cursara invitación a presidentes y entrenadores de todos los equipos profesionales de Tenerife. Y allí estaba, entre ellos, ALEXANDER GOMELSKY.

La anécdota fue en los postres, cuando me dice el periodista Álvaro Castañeda, que cubría para MARCA la información del CD Tenerife de fútbol, «Gomelsky te está buscando». Me levanto y me dirijo a su mesa. «Hola coach, dígame usted», a lo que me contestó: «Tú eres el que escribes del Tenerife Número Uno en Marca ¿verdad?». Sí señor, le respondí. «Pues toma esta insignia oficial de la Federación de Baloncesto de Rusia». Le di las gracias, añadiendo: «Está con nosotros el director de Marca, Manolo Saucedo, ¿entiendo que es a él a quien debería regalársela»…

Y me contesta con autoridad: «Pero es usted quien escribe las crónicas de los partidos de mi equipo». Le sonreí, le reiteré las gracias y me retiré a mi sitio consciente de que este hombre era «cuco» hasta para cosas tan insignificantes como esta. La interpretación quedaba clara: «Saucedo será el director de Marca, pero es Agustín Arias el que escribe de mi equipo y de mi a diario».

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