«No es cuestión de raza ni de centímetros; es cosa de la EDAD»

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LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO, Adoptada y abierta a la firma y ratificación por la Asamblea General en su Resolución 44/25, de 20 de noviembre de 1989
Entrada en vigor: 2 de septiembre de 1990, de conformidad con el artículo 49

Artículo 1
Para los efectos de la presente Convención, se entiende por niño todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.

Artículo 2
1. Los Estados Partes respetarán los derechos enunciados en la presente Convención y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño, de sus padres o de sus representantes legales.

.Santa Lucía Basket, campeón de Canarias PREINFANTIL, CON SUS «TORRES GEMELAS»

AGUSTIN ARIAS.-

ENTIENDO que toda persona civilizada está de acuerdo con lo expuesto, de hecho no es nada frecuente encontrarnos con discusiones por el color de la piel o religión cuando hablamos de niños/as que juegan en nuestro baloncesto. Fastidia, por supuesto, que en el otro equipo destaque un pívot de dos metros y que marque la diferencia en la cancha. Eso sí, la consideración varía totalmente si ese «pequeño gigante» luce la misma camiseta que mi hijo/a. Razonable y totalmente respetable, sin detenernos un instante a ver que la piel de ese niño/a es diferente.

Insisto, NADIE DISCUTE la presencia de NIÑOS Y NIÑAS de América, Europa, África, Asia y Oceanía en nuestras ligas, como tampoco rechazamos que defiendan la camiseta de mi isla, mi región o de mi nación si cumplen con las exigencias establecidas, y que deben ser respetadas, por las autoridades competentes.

¡PERO…! con lo que muy pocos estamos de acuerdo es con quienes «MANIPULAN» los datos reales para adaptarlos a las conveniencias. Que un niño extranjero sea fichado por un club para una determinada categoría, sin disponer de las pruebas médicas que certifiquen que la edad de ese deportista corresponde con la categoría en la que va a jugar, es, cuanto menos, de JUZGADO DE GUARDIA. Primero porque se manipula a un ser humano menor de edad, con la única documentación oficial llamada PAPEL, en la que desde el país natal se fija una fecha de nacimiento que, viendo muchas de esas caritas y comportamientos, hacen cuanto menos DUDAR de que ese niño de más de dos metros tenga la misma edad que los que forman en su nuevo equipo.

Señores federativos, no salgan otra vez con lo de «cuesta un dineral hacer las pruebas médicas» y asuman la situación. Se pide SERIEDAD y RESPETO. Y si los resultados de esos exámenes médicos nos dicen que ese niño o niña que tanto sobresale de los demás en una pista de baloncesto TIENEN LA EDAD QUE FIGURA EN EL «PAPELITO OFICIAL DE SU PAÍS», entonces nos quedaremos más tranquilos y convencidos de que no hay ilegalidad ni adulteración de la fecha de nacimiento.

Eso sí, mientras los que mandan no ordenen realizar las pruebas médicas que den conclusiones definitivas, permítannos que sigamos dudando de la igualdad entre un niño criado y alimentado en nuestra tierra, con o sin gofio canario, y otro procedente de otro país, con aspecto de mayor.

Postdata/ Para calificar de «competición adulterada» es necesario hacerlo no solo cuando el eterno rival ficha a un jugador senegalés sino cuando tu equipo también lo hace. A buen entendedor…

Palabras de un experto del basket: Pepe Laso

 

«Hay jugadores africanos que llegan con edades falsificadas. Hay un niño que ha jugado en el torneo de Valencia que si ves la foto parece un hombre de 30 años. No ocurre nada porque los responsables no actúan. Los países funcionan por sus gobernantes y las empresas por las personas que mandan. Aquí los que mandan, que es la Federación, no está ni existe. No se ponen límites. Ahora mismo estoy haciendo lo que me corresponde que es denunciar sin paños calientes esta situación. Hay una ONG que se preocupa de los africanos que desaparecen porque en los últimos 15 años pueden haber venido 300 africanos a España a jugar en el baloncesto base. ¿Dónde están ahora? ¿Vendiendo en el top manta o poniendo techos falsos en una obra? ¿Dónde está esa gente y quien tiene la responsabilidad sobre ellos?. Si nos preguntamos qué será de ellos dentro de cinco años no sabemos si van a estar tirados por las calles. Es un problema de nuestro baloncesto. La única solución es coger el toro por los cuernos, entre la FEB, el CSD y los clubes. Deberían sentarse y reflexionar. No lo hacen».

Artículo de JAVIER MAESTRO en la web ENCESTANDO.es (Septiembre 2011)

No es un tema baladí el de la edad de un jugador en formación ya que para ser cupo de canteranos deben estar seis meses al menos durante tres temporadas entre los 16 y los 20 años en un equipo español. Si se falsifica su edad y ‘se les hace’ más jóvenes, más tiempo para cumplir esos plazos. Y si se les ‘hace’ más mayores de lo que en realidad son, pues ya se les puede firmar un contrato profesional, cosa que algunos desean, cuentan los clubs y los agentes.

Además, ¿quién no ha oído eso de que ‘los africanos tenían 17, 18 ó 20 años en cada pierna’ cuando se habla con un entrenador de cantera en relación a un rival o una selección con la que se ha jugado en un torneo internacional? Mentir en la edad está a la orden del día en el basket de base.  Te lo comentan sin ambages en los clubs y federaciones autonómicas. Siempre hay sensación de que alguno tiene más edad de lo que se dice por físico cuando se hablar con técnicos sub 16 ó sub 18.

Ha habido denuncias en las federaciones madrileña, vasca y canaria al menos, de las que nuestra web tiene constancia. Pero las federaciones autonómicas se borran y la española no ha entrado a fondo en este asunto. Hay clubs que nos dicen que todos saben que hay chicos de más edad de la que presentan en su ficha federativa y que lo ve cualquiera, pero… los papeles dicen lo que dicen y las federaciones no se mojan. Estos clubs nos dicen que los campeonatos autonómicos y estatal se ven adulterados por tener cadetes o juniors de edad falsa.

Claro, en estos momentos con doble nacionalidad y sin ocupar plaza de extracomunitario, un jugador estadounidense es muy más interesante. Así han proliferado en el último año y medio los americanos georgianos, búlgaros, bosnios, macedonios, azerbayanos o montenegrinos.

El problema es que al admitirse ahora en España a los africanos ‘cotonou’ -por un acuerdo de la Unión Europea con la Unión de Países Africanos, del Pacífico y Caribeños-, pues se abre otra veta para ‘nacionalizar’ jugadores de países y mercados a los que, sin ese convenio firmado hace mes y medio, no se prestaría atención.

Ahora, tener un pasaporte cotonou abre puertas. Y tener chavales con proyección de esos países, también al no ser extracomunitarios. Pero al menos que tenga los papeles en regla, ¿no?