«Un monstruo vino a vernos», artículo de Cristo Hernández

bombilla.

SECCIÓN: La bombilla

TITULAR: Un monstruo vino a vernos

AUTOR: Cristo Hernández

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El título del presente artículo, con el que retomamos nuestras incursiones en la bombilla basquetmaníaca, no viene a colación del regreso de Xavi Rey al parqué del Santiago Martín, como un hijo pródigo no deseado que la grada recibió entre abucheos.

Bastante tiene ya el jugador catalán con mantener a salvo esos dos metros y diez centímetros de ego que va luciendo por los parqués de la geografía española sin menoscabar sus osadas pretensiones. De los siete pecados capitales, tal vez sea la soberbia el más fácil de purgar, sobre todo en el mundo del deporte profesional, donde los resultados ponen a cada cual en su sitio.

Xavi Rey es un pívot español que jugó hoy doce minutos en los que demostró todo de lo que es capaz: se mueve bien bajo el aro, es capaz de anotar con cierta facilidad aprovechando su envergadura, rebotea, intimida… Pero hoy no opositaba a jugador alto del año, cátedra a la que hay que concurrir con algo más, esos pequeños detalles que hacen grande al jugador estrella de baloncesto y que se resumen en una mentalidad ganadora.

Xavi Rey fue hostigado por la grada durante la docena de minutos que estuvo sobre la cancha. Xavi Rey fue intimidado por el público en los cuatro disparos al aire que realizó desde el 4,60. Pero parte de la grada se equivocó con Xavi Rey porque sobró el abucheo del final, cuando los jugadores visitantes (dignos adversarios de un CB Canarias inconmensurable) se dirigían al túnel de vestuarios.

Porque el CB Fuenlabrada fue un equipo que hizo todo lo que estaba en el manual de Jota Cuspinera (y más) para intentar llevarse de La Laguna una victoria que en ningún momento permitieron los Doce de Vidorreta. De biennacidos es ser agradecidos con los rivales.

Un monstruo vino a vernos, como en la película de Juan Antonio Bayona, donde un niño crea un mundo de fantasía a su alrededor para escapar de su rutina y librarse de numerosos miedos personales.

El CB Canarias saltó al parqué del Santiago Martín con la intención de conjurar unos demonios que en realidad no eran tales. Tres derrotas consecutivas (dos de ellas en competición europea con equipos de categoría) empezaban a hacer sonar ciertas alarmas que, analizadas con calma, no tenían razón de ser.

Los aurinegros cayeron en Madrid ante los inquilinos de la Casa Blanca, algo totalmente previsible, sobre todo después de una semana nefasta donde los blancos de Pablo Laso venían de perder de manera sonada con el FC Barcelona y por la mínima con el CSKA de Moscú en un partido que los merengues tuvieron en sus manos y dejaron ir en los instantes finales. Vamos, que pagamos el pato ante un equipo que es dueño de un lago poblado de cisnes.

El CB Canarias ha perdido dos partidos en competición doméstica con dos rivales que (a priori) no son de su liga y estarán al final de la regular season entre los cuatro mejores. ¿De qué nos extrañamos? Don´t keep calm. Be water, my friends!

Pero, por si había algún asomo de duda, los Doce de Vidorreta demostraron este domingo que no van a abandonar la senda de los triunfos, superando con una holgura rayana en lo escandaloso (96-50) a una gran plantilla que el curso pasado estuvo entre las ocho mejores y que, por méritos propios, está disputando la Eurocup.

Los tinerfeños volvieron a dar un recital defensivo, dejando en 50 puntos a un Montakit Fuenlabrada que baja muchos enteros fuera de su pabellón, el Fernando Martín. Se malogró la efectividad de sus hombres exteriores (una gran amenaza siempre desde el 6,75) y se controló a sus hombres altos, dejando claro esto último en el apartado reboteador donde los visitantes solo capturaron 25 rechaces frente a los 44 de los locales.

El partido casi no tuvo historia, salvo aquella que ha de escribirse con letras aurinegras. Desde el primer cuarto (20-11) los Doce de Vidorreta pusieron terreno de por medio. La mayor parte del encuentro transcurrió en diferencias superiores a los diez puntos, hasta que llegó el último cuarto en el que los laguneros sacaron al monstruo que llevan dentro esta temporada y arrollaron al contrario con un parcial de 37-11 que dejaba claro cualquier atisbo de duda sobre las garantías de este equipo que un domingo más se irá a dormir (encabezando el grupo de los equipos nobles de la competición) sobre una cama con dosel bien merecida.

En el apartado individual, otro gran partido de Javi Beirán (28 puntos de valoración). El madrileño sigue opositando a una plaza en la selección nacional. No sólo lo dictan sus números, sino la presencia, cada vez mayor, en la cancha de un jugador que no para de dar muestras de su gran versatilidad: en el tiro exterior, en la dirección y en la interpretación del pick and roll o en sus movimientos en el poste bajo.

Davin White volvió a maravillar con su baloncesto de playground, capaz de desarmar cualquier defensa con sus cambios de velocidad y de dirección. Hoy estuvo más certero en ataque (15 puntos) e infalible desde el tiro libre (7/7).

Nico Richotti va entrando en la dinámica de juego. Le hacen falta partidos para recuperar ese punch final que tiene de cara al aro. Hoy encabezó el ranking anotador (15 puntos) y poco a poco va recuperando sus números, sus minutos y, sobre todo, la confianza. Una buena nueva a la que hay que sumar la plena adaptación de Ferrán Bassas (8 puntos, 4 asistencias) que cada jornada va tomando mayores responsabilidades y soltando la mano desde el 6,75 (2/2).

No se espera menos de un jugador que está creciendo a marchas forzadas junto con un equipo que no para de batir récords para la historia de la entidad a la que representan y que podría cambiar su vitola de gallito por otra de mayor tronío. El Fernando Buena Arena parece el lugar idóneo para demostrarlo la próxima jornada.

¡Vamos Canarias!