Oscar Alvarado brilla con luz propia en la LEB-Oro 18/19

PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Con Ricardo Úriz y Christian Díaz en las filas del campeón Cafés Candelas Breogán y Dani Rodriguez y Lluis Costa jugándose el ascenso en un mano a mano en la gran final, la temporada 2017/18 volvió a reivindicarla importancia de los bases nacionales en una Liga LEB Oro que tradicionalmente ha sido dominada por su juego.

Una confirmación sustentada a lo largo de los 22 años de competición en los que jugadores de la talla de David Gil, Pedro Rivero, Iker Urreizti,Juanjo Bernabé o Dani López se hicieron con un pedacito de historia a nivel individual, pero especialmente de manera coral con varios títulos como campeones de Liga y Copa en sus respectivas hojas de servicio.

Jugadores cuya ratio de valoración por minuto resultó tan alta como el que atesoran esta temporada en sus estadísticas la gran sensación Junior Robinson (Sáenz-Horeca Araberri) y todo un talento nacional venido a más durante los últimos años como el canario Óscar Alvarado (Carramimbre Valladolid). Dos jugadores a tener muy en cuenta y que encabezan un rankingcon siete bases nacionales entre sus 10 primeros jugadores y con un total de 18 entre los primeros 25.

Jugadores que explican por sí solos el buen momento de forma tanto de sus equipos como de unos bases nacionales dispuestos a abrir la puerta de la Liga Endesa a través de la mágica llave del ascenso.

 Robinson y Alvarado al frente de un ranking “made in Spain”

Con medio centenar de bases en nómina dando forma a un soberbio roster, la Liga LEB Oro 2018/19 está siendo,sin ningún tipo de duda, la de los bases nacionales.

Una fiesta “made in Spain” en laque los apellidos autóctonos se han hecho fuerte a la hora de controlar el juego y que han tenido en la figura del rookie Junior Robinson a su principal estrella invitada con 0,67 tantos por minuto que hacen de él el jugador más efectivo sobre la pista en su posición.

Y es que el jugador norteamericano ha sido una de las sensaciones de una competición a la que parece haberse adaptado a la perfección tal y como declaraba a FEB.es tras romper todos los registros posibles desde las filas de su Sáenz-Horeca Araberri: “Creo que mi adaptación a la competición ha sido buena pese a lo complicado que resulta el tener que rendir a un buen nivel desde el primer día en una Liga y un baloncesto que no conoces.Esta Liga me está ayudando mucho a crecer, pero ya no sólo como jugador dentro de la pista sino también como persona fuera de ella. Aquí me he encontrado con un gran grupo de jugadores entre los que me he convertido en un líder así que ellos tienen gran parte de la culpa de lo bien que han ido las cosas hasta ahora”.

Un jugador que, pese a acumularúnicamente seis partidos en España, tiene realmente claro el tipo de competición a la que ha llegado este año:Esta es una Liga dura y exigente con muy buenos jugadores y equipos muy difíciles de ganar. Siempre es difícil hacer una buena temporada en una Liga así y más cuando hay tantos jugadores nuevos en un equipo y que no conocen la competición pero, sinceramente, creo que podemos ser un equipo que sorprenda a esta Liga. Llevamos poco tiempo trabajando juntos pero creo que tan pronto como nos vayamos conociendo podemos ser un equipo realmente increíble”.

Con un gran impacto en la Liga,Robinson no ha logrado sin embargo el poder neutralizar los efectos en tierras vallisoletanas de un Óscar Alvarado que se están ganando a pulso el título de mejor base nacional de una competición en la que cumple este año su segundo curso en el Carramimbre Valladolid.

Un jugador que fue capaz de ganarle al norteamericano su duelo directo de la segunda jornada demostrando los motivos que le han llevado a ejercer como el mejor generador de juego de la Liga con un total de 77 asistencias por partido.

Números que, según el propio Alvarado, son fruto de su madurez en una Liga en la que es ya todo un referente: “Con 27 años puedo decir que estoy llegando a mi madurez deportiva y eso me está ayudando mucho a la hora de poder jugar con una cierta tranquilidad. Me siento con mucha confianza dentro de la pista algo a lo que me ha ayudado este segundo año en Valladolid ya que ha hecho que entienda mucho mejor la filosofía y el estilo de juego que quiere Paco García. Con una sola mirada entre nosotros somos capaces de marcar una misma jugada y, sobre todo, entender que es lo que quiere que plasme en ese momento sobre la pista en una Liga que este año está a un gran nivel y en la que siento que puedo competir cara a cara con cualquier base como me sucedió el fin de semana pasado ante mi ídolo Javi Salgado”.

Y es que su apuesta a la hora de continuar en Valladolid ha dado este año los frutos deseados pese a que no fueron pocos los equipos que llamaron a su puerta durante el mercado estival: “Ese verano no quise dar la oportunidad alas propuestas de otros equipos ya que tenía bien claro que Valladolid es un proyecto en crecimiento y que merece encontrar la continuidad a lo logrado estos años. Creo en este proyecto porque aquí se apuesta por la gente de casa y por los jugadores nacionales y estoy seguro que todo eso tendrá una recompensa con el tiempo llevando de nuevo al equipo a la ACB. Quiero ser una de las piezas que ayude a lograr eso porque este proyecto se lo merece”.

En definitiva, un jugador clave a la hora de poder explicar el papel de los bases nacionales en una Liga en laque 18 de ellos se han hecho fuertes en el top25 de jugadores que más juego producen para sus equipos por minuto.