Los ex jugadores y sus anécdotas: ¡que gozada!

Primero fueron los ex entrenadores,más tarde el turno fue para los ex presidentes y en la noche del jueves intervinieron en la mesa redonda los ex jugadores. Actos que se engloban en la celebración de los 70 años de historia del CB Canarias. El escenario, como en las citas anteriores, fue la sala del restaurante Patio Canario, en La Laguna, participando en la charla-coloquio Juan Méndez «El Rana», Paco Solé, Pedro Ramos, José Carlos Cabrera «El Cabra», Fernando Angulo y Edgar Núñez. Seis ex jugadores que vivieron distintas etapas del club más emblemático del baloncesto tinerfeño.

El acto, que contó con la asistencia de directivos, con Félix Hernández, su presidente, al frente, así como una treintena de aficionados aurinegros, estuvo moderado por mi amigo y periodista Carlos García, quien ejerce su profesión en La Opinión, además de colaborar estrechamente con RNE.

Cada uno de los ex jugadores comenzaron desglosando sus respectivas etapas, contando sus anécdotas y vivencias, siendo evidente que las cosas fueron muy distintas según la década de referencia.

Así, Paco Solé y Juan Méndez hablaron de aquellos años 80, con el catalán viviendo en el 85 el tercer ascenso del CB Canarias a la Liga ACB, mientras que el exterior palmero dejó claro que fue partícipe de los tres ascensos del club a la máxima categoría nacional, ya que Juanito llegó al CB Canarias siendo juvenil, de la mano de Pepe Cabrera.

José Carlos Cabrera y Pedro Ramos, por el contrario, sufrieron el descenso de categoría, con aquel play-off con el OAR Ferrol, al mejor de cinco encuentros, que se decantó, en el quinto, para los gallegos, después de levantar un 2-0 adverso.

Fernando Angulo habló de sus varias etapas como aurinegro, al igual que el capitán Edgar Núñez, protagonistas de la nueva etapa aurinegra, viviendo los ascensos, al igual que Fernando, a la EBA y posteriormente a la LEB-2.

Paco Solé recordó lo vivido en el vestuario canarista en la época de Eddie Lee Phillips y Mike Harper, a los que calificó de «pistoleros y algo más«, pues confesó que «por sus acciones se vio obligado a abandonar el club y regresar a la Península, donde fichó por el CajaBilbao. «Sé que puedo molestar a más de uno por mis palabras, pero creo que se han subido en un pedestal a dos auténticos pistoleros y malos compañeros, que putearon el vestuario y cada entrenamiento», afirmó Solé sobre el comportamiento de Phillips y Harper.

Solé y Méndez, los únicos allí presentes que vivieron los partidos en el colegio Luther King, mencionaron las condiciones de aquellos vestuarios, «de dimensiones reducidas, pues sólo había espacio para las sillas de cada jugador y una pizarra en la pared», dijo sonriendo Paco y corroboraba Méndez.

José Carlos Cabrera recordó que cuando dejó el Náutico para fichar por el Canarias, «me había pasado de ser un miembro del equipo de la marea a integrar el de la fiebre amarilla, y eso en Santa Cruz no fue bien visto. Me acuerdo -añadió- que cuando jugué mi primer partido en La Laguna y fallé un tiro libre la Peña San Benito se metió conmigo, recordando mi pasado nauta. Pero poco a poco me fue dando ese cariño que terminan ganándose quienes defienden esta camiseta aurinegra«, indicó el profesor Cabrera.

En el momento de las anécdotas Pedro Ramos se lució al contar la protagonizada por su amigo de alma Matías Marrero. «Fue en el viaje a Inglaterra, para jugar un partido de la Copa Korac. Después de dejar las bolsas en las habitaciones bajamos a tomar unos refrescos y Matías quiso ver al fisioterapeuta Hans agachado entre las maletas. Se dirigió a el y lo cogió por los fondillos y levantó en el aire, con la sorpresa de que no era el fisio del equipo sino un inglés. Perdón, pensé que era Hans, le dijo con total naturalidad mientras el señor trataba de recuperar la normalidad».

José Carlos narró la que protagonizó el mismo Matías con el periodista Imeldo Bello en un hotel de Zaragoza. «Le llamó Matías por teléfono y se puso a jadear, sin decir media palabra. Tras colgar pide a recepción el número de habitación de Matías y le sale Manolo de las Casas, que sabía de qué iba la cosa y le arma la bronca por despertarle. En el desayuno Matías le dice a Imbello que había recibido insinuaciones de unas prostitutas. Esa misma noche Marrero le vuelve a llamar y repite la acción, a lo que el periodista le contesta: No señorita, no requiero sus servicios», contó «El Cabra» ante las risas de los asistentes.

Edgar Núñez y Fernando Angulo revivieron la «putada» que le gastaron a dos júniors que viajaron a Getafe con el equipo, en Liga EBA. Los invitaron a un jakusi y, cuando disfrutaban del  mismo, les escondieron la ropa. «Desnudos fueron a nuestra habitación y le indicamos que seguro que estaban al final del pasillo. En ese momento Fernando pulsó el timbre de incendios y comenzó a salir la gente, viendo a estos dos júniors en pelota picada y en pleno pasillo«, dijo Núñez.

También Paco Solé fue protagonista de una anécdota que contó junto a Pedro Ramos.«En un pub de Santa Cruz se encontraba el príncipe Felipe, rodeado de sus escoltas. En eso que entra Solé, ve la movida y, dirigéndose a las chicas allí presetes, les soltó. «No os preocupeis que aquí yo sigo siendo el rey«.

También se tocó el tema de la rivalidad Canarias-Náutico y Canarias-Tenerife AB, siendo comparada con la existente en la actualidad Socas Canarias-Tenerife Rural. Todos los ex jugadores, con el silencio de Juan Méndez, que ejerció de consejero del Tenerife, coincideron que no hay la menor comparación. «Antes -dijo Cabrera- se vivía con sentimiento estos partidos. La gente del Canarias y la del Náutico demostraban una entrega total a sus equipos y por eso se vivían los derbys con pasión. En estos momentos el sentimiento sólo está en un club, el CB Canarias«. Se insistió en una rivalidad sana, con llenos hasta la bandera en una y otra canchas, con dos aficiones que se respetaban.

Preguntados sobre el sí o el no a la fusión, de nuevo intervino José Carlos Cabrera para decir que «si algún club en esta Isla se merece, por su trabajo, por afición y por historia estar en la ACB ese es el CB Canarias. Lo digo así de claro y no por encontrarme hoy en este acto del club. Porque cuando una entidad desaparece con la fusión, vuelve a nacer al sentirse engañado y es capaz, casi sin ayudas, de situarse a la misma altura que el Tenerife significa que esta gente sabe hacer las cosas muy bien y si alguien debe subir a la ACB son estos colores«, dijo señalando una carpeta-dossier aurinegra.

Se habló también de la prensa de antes y la de ahora. «Yo recuerdo ir después de un entrenamiento a comer algo a un bar de La Laguna con Agustín Arias y de lo que allí hablé, un día, y otro… así varias temporadas, jamás sacó nada en su periódico. Tenías total confianza en gente así. Lamentablemente en la actualidad observas cómo eso se ha perdido y muchos sacan informaciones que, entre amigos, deberían quedarse bien guardadas», señaló Paco Solé, palabras que, faltaría más, le agradecí al término del acto. Por cierto, todavía conservo en casa de mis padres la última camiseta amarilla con el número 15 que me regaló cuando se retiró.

«Hoy en día -dijo Cabrera- veo que los periodistas sólo se fijan en las valoraciones. Las estadísticas parecen que mandan cuando es un grave error. Por que no recogen el buen trabajo que puedes hacer en defensa o los bloqueos para que ese jugador más valorado las pueda meter.»,señaló José Carlos.

Y en medio de un ambiente entrañable, con sentimiento aurinegro, el presidente Félix Hernández cerró la velada agradeciendo a los ex jugadores su colaboración, haciéndoles entrega de una metopa conmemorativa de los 70 años del CB Canarias e invitándoles a la zona vip para presenciar el Canarias-Melilla.

Por cierto, a esta charla-coloquio sólo asistieron dos periodistas: Carlos García, moderador, y un servidor. Los jóvenes periodistas, que por edad no vivieron anteriores etapas cestistas, desaprovecharon una oportunidad de oro para comprobar que cuando los más veteranos hablan de la historia de los 70, 80 ó 90 tienen toda la razón, pues lo hacen con argumentos. Pero bueno, ellos y sus lectores u oyentes se lo pierden. Saludos y buenas noches.