Felipe Coello y el Eurobasket de Eslovenia

«Como siempre o casi siempre en mis últimas apreciaciones sobre el Eurobasket 2013, estaba equivocado en mi última entrad en una matiz muy importante. Para España podía ser o no, una final dependiendo del resultado de Grecia frente a Croacia que se jugaba antes, en el horario del mediodía, pero no lo era para Italia y eso si que es fundamental.
Italia ya estaba clasificada antes de jugar este partido entre los cuatro primeros de grupo pues le sobraban sus dos victorias sobre Grecia y Finlandia para dejar a ambos por debajo y les sobraba para estar en el cuadro de octavos de final. Parece un detalle nimio antes de empezar un partido pero a mi se me antoja muy importante.
Dicho esto, pasamos a lo que ha sucedido hoy por el orden que se merece y tras todos saber que en el otro grupo, el E, Serbia ha terminado primero y debe jugar con el cuarto, Lituania es segundo y lo hace con el tercero, mientras que Francia terminó como tercera y debe enfrentarse al segundo y Ucrania que se clasificó gracias a la tremenda pifia de Letonia frente a Bélgica será el rival del primero del Grupo F.

La España que dirige Juan Antonio Orenga también estaba clasificada antes de jugar pues Croacia no desaprovechó la oportunidad e dejar fuera a Grecia y en la segunda prórroga se impuso en un encuentro que la verdad es que podía haber ganado cualquiera. Al final 92 a 88 para los croatas tras los empates a 70, primero, y a 77 después, en uno de los mejores partidos en cuanto a emoción, dureza e intensidad que se han visto hasta ahora en este Eurobasket. Visto lo visto, me sorprendió la autoeliminación de Spanoulis, por mucho teatro que echara  a la situación, y el excelente partido de Bojan Bogdanovic, aquel que apenas pusieron en Murcia a jugar, por parte de los croatas y trabajo incansable del pívot griego Bourousis que rindió muy bien frente a los interiores de Croacia. Con esto solo hacia falta saber si se iba a jugar frente a Serbia, perdiendo, o contra Lituania, ganando.
Explicar la derrota de hoy frente a Italia tiene difíciles argumentos o razones, más cuando el equipo de Orenga ganaba de 15 puntos a falta de poco más de ocho minutos y de 13 a poco más de solo cinco minutos. El resto de lo que pasó para salir derrotados frente a los italianos se puede comentar solamente en que entre unos y otros había solo una gran diferencia y precisamente no jugaba, o por lo menos a mi es lo que me parece tras visto lo visto.
Italia empezó muy bien aprovechando sus buenos porcentajes en el tiro exterior y los problemas defensivos para controlar a Belinelli y a un auténtico todo terreno como es Luigi Datome, entre ambos llevaban el peso de la anotación para irse 24 a 12 al final del primer cuarto.
Italia frente a defensa individual juega con conceptos muy fáciles y muy claros con la única diferencia que terminan todos esos movimientos habituales en este juego, con cuatro jugadores muy abiertos y solo uno muy cerca de la canasta, en eso se parecen a España con la diferencia que ese jugador que está cerca del aro es Marc Gasol, el mejor interior de este Eurobasket 2013, y en Italia es solo un «currante» con cuerpo e intensidad que se llama Marco Cusin.
En el segundo periodo los cambios en España, subiendo una marcha más de ritmo con Sergio Rodríguez, y el problema de las faltas en Datome que se marchó al banquillo, igualaron el partido en todo para llegar al descanso con empate a 37 y un Marc Gasol imparable en todos los aspectos.

Tras el descanso y con la zona 2-3, ya había probado en el segundo cuarto con 1-2-2, el equipo de Orenga empezó a tomar el mando gracias a los múltiples errores en ataque de los italianos que se estrellaban una y otra vez frente a la defensa zonal española.
Gasol seguía dominando el juego en todos los aspectos y las pérdidas de los rivales empezaban a marcar diferencias al final del tercer cuarto, 45 a 56. 
Con el arranque del último cuarto las ventajas se abrieron más, llegando pronto a quince puntos y manteniéndose mucho tiempo en esas diferencias. Italia puso a todos sus hombres importantes, apretó en defensa al máximo y con nueve arriba en el marcador y cuatro minutos por jugar Sergio Rodríguez se sentó en el banco cuando mejor estaba y de ahí al final un cúmulo de errores continuados llevó primero a la prórroga tras el empate a 70 con una canasta de Datome demostrando lo listo que es.
En la prórroga los trasalpinos se pusieron en manos del joven Alessandro Gentile, 20 años, y el equipo español terminó carente de ideas, de juego y de sintonía colectiva para caer por 86 a 81 frente a un equipo italiano que ya no contaba con ni con Marco Cusin ni con Marco Belinelli, ambos eliminados por faltas, pero exprimiendo perfectamente a Datome, Aradori y al citado Gentile.
Ahora toca jugar contra Serbia, el miércoles a las 17,30 horas, y esa sensación de saber que se puede ganar pero que tal y como se está jugando es muy complicado. Se ha caído en dos de los tres últimos partidos y las vibraciones del banco a la pista y viceversa no parecen las más apropiadas en este momento. Germán Gabriel tampoco jugó hoy, ayer fue el primer recambio en los interiores, Pablo Aguilar desapareció del equipo hace un par de partidos y Alex Mumbrú parece la clave en este momento para jugar muchos minutos de «falso» cuatro, al lado de Marc Gasol. 

Y así nos va, porque Mumbrú ya no es Datome y España tiene muchos problemas para jugar de esa manera en la que juegan los italianos, aun teniendo más recursos por dentro y por fuera. El miércoles saldremos de dudas y no nos podemos olvidar que los serbios aunque sean los primeros del otro grupo, también han perdido tres partidos hasta hoy, dos en la primera fase frente a equipos que no se clasificaron, Macedonia y Montenegro, y una en la segunda fase frente a Ucrania. Serbia está en manos de Nenad Krstic, un interior capaz de hacer muchas cosas que está muy bien acompañado por Nemanja Bjelica, un alero alto de muchos recursos, el escolta Bogdan Bogdanovic, con un porcentaje en tiros de tres puntos por encima del 47%, el pívot Rasko Katic, duro e intenso, y el base-escolta Nemanja Nedovic.