«… Y Nico abrazó a su suegra!»

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FOTOS: RAFAEL MACEIRA

TEXTOS: AGUSTÍN ARIAS

 

 

NICO RICHOTTI volvió a comprobar el cariño y la admiración que le dispensa la afición aurinegra. El domingo fue su día. No lloró de la emoción, pero reconoce que «me faltó poco». Desde que bajó de la guagua que trajo al «Fuenla» al Santiago Martín no paró de saludar a los aficionados que se acercaban, de abrazar a quienes fueron sus compañeros durante una década, no de juego pero sí en las oficinas o en el cuerpo técnico. Luego, cuando saltó a calentar, primeros aplausos de los que ya estaban en el recinto.

Fueron varios los momentos emocionantes. El locutor Rafa Arado acertó a no citar a Nico de los primeros, como consecuencia de conservar su 5. Esperó al final para que la ovación fuera impresionante, al tiempo que todas las miradas se iban al vídeo marcador, donde se vieron momentos del jugador a lo largo de su trayectoria aurinegra. Desde aquella prueba para convencer a Alejandro Martínez al título de la Copa Principe, el ascenso a la ACB, la primera clasificación para la Copa, precisamente en Málaga, pasando por la conquista de la Champions League, la Intercontinental…

Aguató firme, aunque con un nudo en la garganta, cada imagen, la ovación de su afición y el aplauso de sus nuevos compañeros del «Fernando Martín», su cancha actual. Poco después, su nombrte volvió a ser pronunciado por megafonía cuando el presidente Félix Hernández se disponía a hacerle entrega de un cuadro especial.

Tras responder a más y más aplausos y cánticos de «Nico, Nico. Nico» y ver cantidad de camisetas con el número 5 y con su nombre (justo honor para un guerrero que defendió a tope los colores amarillo y negro) el dorsal 5 del Fuenlabrada volvió a la rueda de entradas a canasta para afrontar, como excelente profesional que es, un partido especial para el CB Canarias, por jugarse el pase para la Copa, y para su Fuenla, que necesitaba ganar para salir de la zona caliente de la tabla.

Jota Cuspinera le concedió apenas 8 minutos y 9 segundos. Muy escaso tiempo para brillar, aunque se le vio con ganas, motivado, con su única canasta mereciendo ser enmarcada pues restaban escasos segundos para acabar el cuarto y entró hasta la cocina para dejar una bandeja que ponía a su equipo por delante.

Cuando el partido finalizó, con la lógica alegría aurinegra, Richotti se retiró con sus compañeros a vestuario, si bien previamente se abrazaba a Bogris, el único componente de la actual plantilla con el que coincidió en el CBC, al fisio Eliseo Bento y al entrenador.

Pasados unos minutos, el «5» regresó al parquet para ganarse la última ovación de la tarde y dar una vuelta por todas las gradas para recibir el abrazo o la palmada de quienes le admiran.

Entre los encuentros cabe destacar el momento de acercarse a la grada donde estaban su esposa, su hija y su suegra, con las que se fundió en un emotivo abrazo. De inmediato, instante con la Peña los Pollos Amarillos, después, en la otra esquina, con la peña San Benito…

«Muchas gracias @cbcanarias, afición, familia por el homenaje y el gran recibimiento. Fue muy difícil contener la emoción.Gracias por tanto cariño», escribió en Twitter y Facebook. 

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Por cierto, cuando le felicité por el homenaje recibido de su gente le pregunté si iba a regresar al CB Canarias cuando colgase las botas y me dijo que espera y desea que llegue ese momento pues el CBC forma parte de su vida.