«A dar continuidad a la rutina del esfuerzo», dice EL DÍA de TENERIFE
.
El Iberostar Tenerife, tras haber ganado siete de los ocho partidos disputados en los últimos 28 días, recibe a un titubeante Burgos, teórico rival directo por la zona noble de la clasificación
El regreso a la Isla de Ferran Bassas y Thad McFadden, uno de los alicientes
Carlos García | Santa Cruz De Tenerife
Velocidad de crucero para seguir sumando. El Iberostar Tenerife afronta esta tarde el que será su noveno partido en apenas cuatro semanas, una rutina que requiere un redoble de esfuerzo físico y mental, y en la que ya se han metido de lleno los aurinegros para hacer frente a sus dos competiciones, la Liga Endesa y la Basketball Champions League. El rival en esta ocasión será el San Pablo Burgos, dispuesto a poner a prueba el buen balance reciente de los laguneros, que han sacado adelante siete de sus ocho últimos encuentros. Hacerlo por octava vez sobre nueve posibles conllevaría varias connotaciones positivas.
Por un lado, el cuadro canarista tratará de superar a lo que se supone que es un rival directo por la zona media de la tabla, aquella que debe dirimir tanto la participación en la Copa del Rey de Málaga como posteriormente en los playoff. Un triunfo que bien pudiera parecer baladí al tratarse todavía de la octava jornada (ni se ha llegado al ecuador de la primera vuelta), pero dada la igualdad que preside el arranque de esta ACB 19/20, cualquier tropiezo podría acabar pagándose con un caro peaje. Además, y aunque de la plantilla del curso pasado solo queda el cuerpo técnico (más un inédito Tomasz Gielo), tratará de desquitarse el cuadro lagunero del tropiezo del pasado curso ante los burgaleses (83-88), un resbalón que a la postre sería uno de los lastres que le dejaría fuera de las eliminatorias por el título.
Delante el Iberostar tendrá un rival que llega con ciertas dudas, puesto que tras un arranque casi demoledor (ganó sus cuatro primeros duelos en la ACB y los dos con los que se estrenó en la Champions) enlaza en la actualidad cinco derrotas, tres en la competición nacional y las otras dos en Europa, la más reciente el martes, cuando dejó escapar 15 puntos de renta ante el Pau Orthez. Un adversario herido en el que dos jugadores, Ferran Bassas y Thad McFadden, tratarán de sacar sus garras en la primera ocasión en la que se miden en La Laguna al que fuera su equipo. El base firma un más que notable inicio de curso, mientras que el segundo, anotador compulsivo, es casi un termómetro para los de Joan Peñarroya. Que ninguno de los dos esté cómodo esta tarde significará para el Canarias dar un gran paso hacia su quinta victoria liguera.
El Burgos viaja con 11
Dado que el cubano Jasiel Rivero solo puede jugar en la Champions al ser extracomunitario, el Burgos se desplazó ayer a la Isla con 11 jugadores. Entre ellos el brasileño Vitor Benite, aquejado de vómitos y diarreas desde el martes pero que ayer se pudo entrenar con el resto del grupo.
Con todos listos
Según apuntaba ayer Vidorreta, «y salvo algunas contusiones» por culpa del partido del martes, «especialmente duro», el Iberostar tiene disponible a toda su plantilla. Por tanto, y a la espera de la llegada de un cuatro, el vinculado Alberto Cabrera volverá a ser el descarte.
Interesante duelo de bases
Llega el Burgos liderado por un Bassas que parece haber explotado. Saliendo habitualmente desde el banco el catalán es el más valorado de los suyos y con un mayor peligro desde el 6,75 (lanza más de cinco tiros por duelo con 41% de acierto) y será un hueso duro de roer para Huertas.