Iberostar Tenerife conquistó la III Copa Isola causando gratas sensaciones

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Con el canterano Alberto Cabrera genial y bajo la batuta de Iffe Lundberg, los aurinegros repitieron el marcador de Adeje (103-75)

AGUSTÍN ARIAS.-

Fotos de Emilio Cobos (CB Canarias)

 

El Iberostar Tenerife se adjudicó la III Copa Isola al imponerse al Fuenlabrada por 103 a 75, curiosamente el mismo resultado del encuentro que ambos protagonizaron el pasado viernes en el Pabellón Las Torres (Adeje). El jugador aurinegro Gabriel Iffe Lundberg fue designado MVP del choque al valorar +22 en sus casi 26 minutos de parquet.

Esta es la estadística del encuentro:

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También en la tarde de hoy el plantel que dirige Txus Vidorreta causó una grata impresión a los casi 3.000 aficionados que se dieron cita en las gradas del Santiago Martín. Cierto es que el «Fuenla» no vale como referencia cara a la liga ya que su nivel de juego es irregular a estas alturas de la pretemporada, pero en líneas generales se vio a un equipo aurinegro que crece con el paso de las semanas, ello a pesar de las notables ausencias de los bases Marcelinho Huertas y Alex López, además de Pablo Aguilar.

La grata noticia del partido fue el excelente nivel y el descaro ofrecido por el joven canarista Alberto Cabrera, quien hace unas temporadas fuera uno de los más jóvenes en debutar en ACB. El dorsal 91 aportó 12 puntos al triunfo, dirigiendo con autoridad y confianza para asistir, incluso para ver la canasta desde el exterior (firmó un 2/3 desde el 6,75) o entrar hasta la cocina para anotar o doblar. Sin duda será un excelente tercer base para el Iberostar Tenerife en esta 19/20.

Quien también agradó, dejando constancia de su deseo de devolverle al club lo que una grave lesión le impidió el curso pasado, fue Tomasz Gielo. Bien atrás, como el resto del conjunto, para jugar muy concentrado arriba, saliendo a la línea del 6,75 para no dudar en ejecutar. Se elevó cuatro veces y aportó tres aciertos desde la línea, cerrando su actuación con 13 tantos.

Los mayores aplausos fueron en esta ocasión para el improvisado base Gabriel  Iffe Lundberg. Su posición natural es de escolta, pero queda claro que de existir en algún encuentro algún contratiempo con los bases él estará siempre ahí. El danés sube muy bien el balón y hace funcionar a los compañeros. Pasa muy bien y saca a relucir su mortífero tiro exterior. Firmó un 3 de 3 desde el 6,75 y acabó anotando 16 tantos.

En el interior el «cinco» parece estar bien cubierto con el gigante Shermadini, un pívot plagado de recursos, lo que le da su experiencia. Su relevo natural es Fran Guerra, quien aprovechó con éxito sus 15 minutos de juego. ¿Veremos a ambos en el mismo quinteto?, parece poco probable cuando están Atkins, Aguilar, Gielo y, si tiene continuidad, Álex Suárez, quien esta tarde sacó cuatro veces la mano desde el perímetro para anotar tres triples.

De la cita de hoy, patrocinada por el Grupo ISOLA, destacar la excelente organización y la atención de la citada empresa para los aficionados, con múltiples regalos, sorteos, reparto de bolsas de frutos secos y varias actuaciones musicales. Las sinceras felicitaciones a su director David Pérez Alonso, al tiempo consejero del CB Canarias 1939.

Como anédcota, la vuelta al parquet del equipo tras recibir la copa de campeón y marchar al vestuario. Un nutrido grupo de aficionados aguardaban para comprobar si con tantos nuevos en el equipo se animarían a entonar el clásico «riqui raca». Formaron una piña en el círculo central y comenzaron las miradas entre sí. Gielo, el único superviviente de la 18/19 parecía atreverse a decirles la letra, pero con su mirada avisó al delegado Macías, quien se unió al grupo. Probaron con el cántico, acompañados por el público. Tras acabar, pidieron calma a la grada como si fuese solo un ensayo. De inmediato se escuchó con nitidez el riqui raca más coordinado, lo que arrancó la ovación de la grada. El próximo, el día 25, seguro que ya saldrá a la perfección, máxime teniendo ahí a Alex López, Fran Guerra y Albertito Cabrera, aquel niño que soñaba con vestir la camiseta del equipo de su tierra y que hoy ya demuestra reunir fundamentos suficientes para estar cerca del banquillo.

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La crónica del partido

COMUNICACIÓN CBC.-

Con ocho jugadores en dobles dígitos de valoración, una nota global de 133 créditos y un sentido solidario del juego (26 asistencias), que se tradujo en un buen puñado de buenas situaciones de tiro y otro porcentaje sobresaliente en triples (16/24), explican el triunfo de los aurinegros, que además calcaron los guarismos de la victoria del viernes: 103-75.

Arrancó con todo el conjunto insular. La intensidad de Darion Atkins y la inspiración ofensiva de Iffe Lundberg (ocho puntos en los primeros cinco minutos) abrieron pronto una brecha significativa en el marcador (18-8) ante un rival, el fuenlabreño, que se topaba con el buen hacer defensivo de los tinerfeños.

En esa dinámica, los canaristas se permitieron incluso correr para firmar varias acciones espectaculares. Lo intentó el Fuenla con los puntos de Liggins y Gillet, pero no se encontró nunca lo suficientemente cómodo ante un Iberostar Tenerife con más chispa.

Un par de triples de Alberto Cabrera en la transición del primer al segundo cuarto, seguidos de otros tantos aciertos de Gielo y Salin dispararon ya del todo a los locales (41-20), que cogían velocidad de crucero y alcazaban el receso con un increíble 8/10 desde más allá del 6,75 y 17 puntos de ventaja.

La superioridad canarista en el rebote (50 rechaces por 27 del rival) le permitía además gozar de muchas segundas opciones. Tras la pausa, el Montakit trató de mejorar sus prestaciones y se amparó en la fortaleza  física de Bobrov para reducir el agujero, pero solo por momentos.

La irrupción de Álex Suárez en el partido para rematar desde el triple varias jugadas en las que los anfitriones movieron el balón con mucho criterio alargaron la renta insular y allanaron su triunfo hasta el 103-75 definitivo.