Dedicado a los que, en las malas, silban a su equipo

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Suelen decir algunos que la «afición es sagrada y que, como paga, no se le debe criticar sus acciones». Comparto la teoría. Sí, la compro. Sin embargo, la gente tiene que saber leer, entender la lectura y opinar desde el respeto. El pasado fin de semana, en la inesperada derrota del Iberostar Tenerife ante el colista Gipuzkoa, se escucharon los primeros pitos hacia el equipo. Pero no fueron protagonizados por los más de 4.000 aficionados que acudieron al Santiago Martín, fueron unos pocos. Los que entendieron que los chicos de aurinegro se merecían esos pitidos por… las cinco derrotas. Por el mal juego. Porque White se pasó con el bota y bota para tirar mal. Porque Txus no acertó… Pueden poner todas las razones que quieran, pero, insisto, un aficionado, un buen aficionado, JAMÁS DEBE RENDIRSE cuando este club, antes solo querido por los laguneros y ahora por todos los tinerfeños y canarios, ha dado tantas alegrías a la parroquia.

Descalificar, incluso insultar y amenazar, a un periodista como José Luis Hernández, quien lleva la sangre de color aurinegra, es de mezquinos y de cobardes. Desde BASKETMANÍA, un blog que ha superado con creces las 8 millones de visitas (tan malos no debemos ser) enviamos la solidaridad, apoyo y muestras de respeto para quien se ampara en algo que recoge la Constitución Española: LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y EL DERECHO A INFORMAR Y A OPINAR. La misma que tienen otros para silbar al equipo que hace unos días, cuando se eliminó al Promitheas Potras, aplaudían a rabiar.

Para ellos va dedicado esta frase del popular letrero de la autopista del Norte.

AGUSTÍN ARIAS