Así se explica otra histórica victoria en la web canarista

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EL IBEROSTAR TENERIFE SE METE EN SEMIFINALES DE LA COPA DEL REY POR LA PUERTA GRANDE

Semifinalista por convicción, baloncesto y energía. El Iberostar Tenerife sigue haciendo historia. El grupo de Txus Vidorreta tumbó este jueves al Unicaja Málaga (88-78) para acceder por segunda temporada consecutiva a las semifinales de la Copa del Rey, un logro al alcance de muy pocos en una ACB cada vez más exigente. En un alarde de solidez, el equipo tinerfeño leyó el partido con inteligencia y rumió la victoria con oficio y determinación.

El control del rebote; un excelente trabajo atrás del colectivo, especialmente para colapsar la pintura y maniatar a sus interiores; y una labor impecable desde el banquillo, explican en parte un triunfo en el que los aurinegros impusieron su ley en distintas facetas, no solo desde la dirección, con una faena de lujo de San Miguel y Bassas; sino también en el resto de frentes que fue deparando el partido.

Intentó el Unicaja sin éxito cohibir una de las virtudes canaristas, la de martillear desde el 6,75; pero el caso es que el conjunto lagunero tuvo la chispa y la paciencia suficientes para buscar alternativas. El Iberostar Tenerife firmó una puesta en escena muy seria al son de un San Miguel enorme y un Tim Abromaitis imparable. Por ahí, y por el dominio en las dos zonas, el Canarias comenzó a desnivelar la balanza a su favor.

Los andaluces se vieron superados bajo tablero (35 capturas aurinegras por 23 malagueñas) y no se encontraron nunca del todo cómodos en ataque, lo que les obligó a ir siempre a remolque. El criterio a la hora de mover el balón y la irrupción de la segunda unidad liderada por la mejor versión de Bassas fue comiéndole la moral progresivamente a los de Luis Casimiro (17-11, 22-16, 28-20, 31-23).

Lo intentó el Unicaja con los triples de Milosavljevic y la calidad de Jaime Fernández, pero lo cierto es que el Canarias ya había llevado la partida de ajedrez a su terreno, lo que le permitió irse al descanso ocho arriba (44-36). Lejos de ceder un ápice en sus intenciones, el plan de los tinerfeños fue a más a la vuelta de la pausa.

Es más, los insulares opositaban cada vez con más argumentos a la victoria. El partido notable de Bassas se convirtió en sobresaliente; Javi Beirán dejó varios canastones para la causa; Colton Iverson se hizo el dueño de la pintura, muy bien escoltado por un partido muy serio de Niang y Saiz en las dos zonas; y las conexiones aurinegras se sucedían una detrás de otra ante un Unicaja impotente (55-46, 64-51, 66-56).

El partido crecía a favor de corriente de los aurinegros que acabaron refrendando todo lo bueno acumulado hasta entonces. Un triple de Nico Brussino y un mate suyo, tras una asistencia de fantasía de Nico Richotti, apuntalaban las posibilidades de un Canarias lanzado. La renta insular se fue incluso hasta los 16 puntos (79-63, min. 35) para desatar ya del todo la euforia entre los aficionados aurinegros, que se dejaron oir, y mucho, en el Wizink Center.

De ahí al final, el Unicaja, muy bien maniatado, no pudo más que intentar un acercamiento insuficiente en el electrónico, por lo que el Iberostar Tenerife se llevó con justicia y muchos méritos el billete para las semifinales. El grupo de Txus Vidorreta se medirá el sábado, a partir de las 18:00 hora canaria, al Barça Lassa, ganador de la eliminatoria de cuartos de final ante el Valencia Basket (86-79).