¡Por favor! que en el Mundial esté lleno

.

Podría mentirles y hacerles saber que las gradas del Santiago Martín registraron una gran asistencia de aficionados para ver la final del torneo tinerfeño con el que España cerró su preparación cara a la cita mundialista que arrancará el sábado. Pero no puedo. No sé cómo se miente cuando le tengo todo el respeto del mundo a los que han hecho posible que BASKETMANÍA roce ya la cifra de ¡OCHO MILLONES DE VISITAS!. Es más, de qué valdrá que les de una opinión falsa cuando las fotos no mienten, aunque a veces vemos cómo se manipulan.

En este reporte de Gabriel Escribano la verdad impera. Algo está fallando en esta historia pues cuando accedes a comprar las entradas, como sucedió también ayer en el Pabellón chicharrero, apenas restaban dos esquinas por vender. Sin embargo, llega la hora del partido y compruebas que de las 4.000 butacas solo hay 1.800 personas.

Hoy ha sucedido algo muy parecido. Un Santiago Martín que ha reducido en varios cientos de asientos para que FIBA reparta entradas a sus «invitados» y patrocinadores, además de acomodar a los periodistas de todo el mundo que cubrirán este Mundial. Pero, así y todo, la gestión promocional de estos dos partidos de España fue un fracaso, ya que los aficionados no llenaron el recinto.

.

De cara a la gran cita mundial con el baloncesto femenino, es de esperar que esas palabras que ve el aficionado cuando ha tratado de comprar los abonos, el de «entradas agotadas», signifique que, de verdad, el pabellón registrará un lleno, al menos en los partidos de España y en los decisivos de cuartos, semifinales y final. Pero, por Dios, que ese «entradas agotadas» no se deba a las localidades reservadas por la FIBA para sus firmas patrocinadoras y que, casi nunca, se le dan el uso correcto, quedando vacía la butaca.

Cuando juegue España el pabellón tiene que ser una fiesta. Como sucede cuando lo hace el Iberostar Canarias, aunque la gran verdad es que las entradas para ver al representativo son compradas por sus aficionados de esta tierra (ver foto) y en este caso que nos ocupa la FIBA vende a todo el mundo vía Internet y son cientos los tinerfeños y canarios que se quedaron con la ilusión de poder disfrutar en su tierra de un Mundial.