Aguilar y Romay llevaron la Copa del Mundo 2018 a Los Realejos y Puerto de la Cruz
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Estarán hasta el viernes visitando colegios con tradición cestista de La Laguna y Santa Cruz
Elisa Aguilar destacó que hay que aprovechar “el baloncesto. La vida es muy larga y hay que prepararse, así que aconsejo no dejar nunca los estudios y disfrutar. He tenido días malos, de desconfianza y querer dejar el baloncesto, pero de todo se sale gracias a que siempre hay gente dispuesta a ayudarte y hace que te levantes con más fuerza”.
Por su parte para Romay el deporte es “para pasárselo bien. Llegué de casualidad al baloncesto, pero me lo pasaba bien. Hay que pensar las cosas como si fueran metas pequeñas que te llevan a otras más importantes”.
Uno de los esfuerzos fundamentales pasa por alcanzar una igualdad de género plena, fomentándola desde la familia y la educación, con el deporte como vehículo motor. Así Aguilar explicó que no ha tenido “la sensación de que nadie me mirara por encima del hombro por ser mujer deportista. No somos mejores que nadie, pero tampoco peores”, mientras que Romay mostró un deseo particular: “Ojalá la gente se dé cuenta del talento individual que hay en el baloncesto femenino, ellas tienen más calidad técnica que los hombres. Ojalá los hombres aprendamos de la riqueza del baloncesto femenino, hay que considerar a la mujer y romper una barrera”.