«La hora de los valientes», titula LA VERDAD DE MURCIA

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El UCAM está obligado a ganar de seis puntos hoy en Tenerife para alcanzar los cuartos de final de la Champions

EMILIO SÁNCHEZ-BOLEA (LA VERDAD DE MURCIA)

Seis puntos son una diferencia asequible. Al menos si el partido de baloncesto de esta noche se mueve en unos guarismos de anotación y porcentajes de tiro acordes a la normalidad. Si se fija en 70 puntos la cifra que separa las bajas anotaciones de las medias y altas, cuando el partido se mueve por debajo de este umbral, seis puntos significan mucho más que si lo hace por encima, así que el UCAM deberá buscar una anotación alta.

Nos situamos en un escenario en el que el UCAM no tiene nada que perder. Juega la vuelta de la primera eliminatoria europea de su existencia en casa del vigente campeón. De acabar aquí su aventura, nadie podrá reprochar nada a los hombres de Ibon Navarro. Pero sí al Iberostar Tenerife, si es el equipo aurinegro es el que en marzo dice adiós a la competición en la que defiende corona. Y la historia dice que la presión puede pesar y mucho cuando el abismo es real para un equipo que en condición de local no se puede permitir el fallo.

Pero para ganar por seis puntos, primero hay que meterlos. Y al UCAM últimamente le cuesta mucho hacer pasar el balón por el aro. En la Liga Endesa es el tercer equipo que menos anota, el que peor tira de dos, el segundo que peor tira de tres y el que menos asistencias reparte. En la Champions, la semana pasada en el partido de ida ante el Tenerife firmó un 39,4% desde dentro del arco, un 28% en triples y un 65,2% en tiros libres. Todos, porcentajes al menos diez puntos por debajo de lo que sería un registro normal.

Clevin Hannah ha viajado y, aunque es duda, lo más normal sería que tuviera minutos

De seguir adelante, el próximo rival de los universitarios será el Karsiyaka o el PAOK

El UCAM, para encestar, necesita a sus escoltas, pues es la posición donde se concentra mayor talento anotador. Benite dio un paso adelante para dejar en cinco puntos la diferencia de aquel duelo con dos triples en el último minuto, y el domingo ante el Burgos confirmó encontrarse bien de forma. También Urtasun, que anotó doce puntos y dirigió la orquesta en los momentos de mejor juego del equipo ante la baja de Hannah, que ha viajado a Tenerife y seguramente juegue, aunque lleve encima el cartel de duda.

Y la respuesta para subir la anotación está en la verticalidad. No son pocos los jugadores del UCAM que se sienten incómodos en un juego estático anquilosado, por donde también se explica el pobre número de asistencias. Crear espacios para sus anotadores será fundamental, mientras que jugar un partido a pocos puntos dejará muy poco margen para el error. El UCAM debe jugar con su condición de cenicienta para buscar un caos en el que el Iberostar pueda sentir el miedo al error, y el conservadurismo de los partidos a menos de setenta puntos no permite esto. Una tarea aún más difícil si se tiene en cuenta que el equipo de Fotis Katsikaris es la mejor defensa de la Champions, permitiendo solo 65,8 puntos de media al rival.

Otras gestas

Nadie ganó nunca nada con miedo al fallo. Y la historia del club murciano tiene más de un precedente en partidos a vida o muerte en que tumbó las probabilidades, las mismas que en la aplicación oficial de la Champions le auguran un 20% de éxito esta noche.

Pero hoy no solo juega este equipo. También el que en 1994 ganó en Valladolid un tercer partido seguido al Fórum de Oscar Schmidt -máximo anotador de la historia del baloncesto- para mantenerse en la ACB.

El que unos cuantos años más tarde ganó también un quinto partido en territorio hostil, en Zaragoza, para volver a la máxima competición en 2006, la misma a la que se agarró cuando en la última jornada de la temporada 2008-09 volvió a ejercer de bestia negra del CAI, en un duelo que mandaría al perdedor al infierno la misma semana que Chris Thomas, declarado en rebeldía, se daba a la fuga, dejando al murciano José Antonio Marco a los mandos.

Igual de dramática fue la última jornada de la temporada 2011-12, cuando el UCAM asaltó la pista del Estudiantes para completar un espectacular tramo final de temporada y hacer que fueran los colegiales quienes cayeran a un descenso no materializado. El espíritu de todos esos equipos estará hoy en Tenerife. Pero el que jugará será este. La historia la escriben los valientes.