Real Canoe vs SPAR Gran Canaria: entre invictos anda el juego
Las madrileñas reciben en Pez Volador este domingo (17:30 h) al SPAR Gran Canaria, en un duelo directo entre dos de los tres colíderes del Grupo B
Dos de los tres colíderes del Grupo B de LF2, Centros Único Real Canoe y SPAR Gran Canaria, se dan cita en Pez Volador en el encuentro más destacado de la 5ª jornada. Ambos contendientes pondrán en juego sus respectivas rachas de imbatibilidad, en un enfrentamiento de estilos antagónicos, en el que será clave dominar el timing del juego para tener opciones de mantener su dinámica positiva a costa del rival.
Real Canoe: un histórico que quiere volver por sus fueros
75 años de historia contemplan a un club, en el que más allá de ser un referente en España en el deporte de la natación, es uno de los clubes históricos del basket femenino, que a pesar de tener este curso la condición de recién ascendido, ha conformado un equipo de campanillas para intentar colarse en las plazas de ascenso a LF1.
José Luis Vicente ha apostado por un equipo veterano, conformado por jugadoras que conocen en su gran mayoría el club, lo que ha facilitado enormemente la rápida compenetración de un equipo que juega de memoria, con transiciones largas, sobre la base de una de las mejores defensas de la categoría.
En este inicio de curso, las madrileñas no podían haber comenzado mejor, con un balance positivo de 4-0.
En su roster destacan hasta el momento:
– La ala-pívot canaria, Verónica Matoso (foto) (1,85 m y 29 años), la jugadora con mejor valoración del equipo (13), que aporta unos promedios de 8 puntos y 9,5 capturas.
– La playmaker malagueña, Gema García (1,65 m y 32 años), 2ª mejor valorada del equipo (12,3) y con unos promedios de 7,3 puntos, 4,3 rebotes y 3,5 asistencias.
– La escolta madrileña, Macarena Roldán (1,73 m y 23 años), 3ª mejor valorada (12), con unos números de 10,3 puntos, 3 rebotes y 3 asistencias.
– La alero madrileña, Marta Blanes (1,84 m y 40 años), es la 4ª mejor valorada del equipo (11,3) y con 12,8 puntos de promedio por encuentro (máxima anotadora).
El gran peligro de las madrileñas es que más allá de sus jugadoras de referencia, todas suman, lo que hace de ellas un equipo muy sólido y difícil de superar.