España sufre para derrotar a Turquía en un partido de barro, sudor y lucha (73-56)

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Con el buen trabajo de Sergio Rodríguez y el acierto de Ricky Rubio (15), los de Scariolo pudieron con el anfitrión y se medirán a Alemania el martes en la lucha por las medallas

Daniel Barranquero
 @danibarranquero
ACB.COM

Quedaban poco más de cinco minutos para el bocinazo final. Los aficionados locales creían, los jugadores turcos crecían, creían más que nunca. 5-0 de parcial, España solo 6 arriba y los anfitriones sintiéndoses cómodos en la guerrilla, cómodos en el ruido y en la remontada. El balón le llegó a Ricky, que no se lo pensó, jugándose el tiro más decisivo de su equipo hasta el momento en el campeonato. Lo metió. La celebración fue tal que, en el banquillo español, la valla publicitaria cayó. En la reanudación, el propio Rubio sumó otros 7 puntos casi seguidos y una asistencia en los minutos decisivos para sellar el pasaporte español hasta los cuartos de final, mientras las bromas sobre la propia valla siguieron coleando hasta la celebración en el vestuario.

No fue un partido estético, ni en fondo ni forma. Un despegue por inercia (24-12, m.13), Korkmaz contra el mundo en el segundo cuarto (33-25), el Chacho salvando con un triple a España al final del tercer periodo (49-43) y Ricky Rubio tomando capa y espada cuando el abismo asomaba. El viejo tópico de transformar un día gris en victoria, el viejo anhelo del oro a tan solo tres pasos. España ya está en cuartos.

Una ventaja con dudas

Cuentan los libros que, a la hora de componer el himno turco, hubo 724 poemas candidatos y, una vez seleccionada la letra, hubo otras 24 composiciones musicales que quisieron ir de la mano de la Marcha de la Independencia ganadora. Quizá, casi un siglo después de aquel curioso casting, la sensación es que ninguna de esas 17.376 opciones de himno superan en emoción y carisma al ya célebre «12 Dev Adam» de Athena.

«Uh, ah, dev adam oniki dev adam. Uh, ah, dev adam… hey, hey, hey hey. Her zaman yanndayz, yanlz brakmayacaz… («Ah, gigantes, 12 gigantes. Siempre estaremos a vuestro lado, no vamos a dejaros solos») Y no mentían, no, con el Sinam Erden repleto para la ocasión, y con un ruido que llevó a Pau Gasol y Juan Carlos Navarro, titulares contra Turquía, a aquel 2001 donde España comenzó a ser España. Curiosamente, el Ricky más valiente en ataque que se ha visto nunca con España sería el culpable del primer silencio… y del último. Suyo fue el triple inicial, el robo de la siguiente jugada y la asistencia a Navarro para un 5-0 en menos de un minuto que contenía tanta pasión en la grada.

Turquía no era la de 2001. Ya no estaban los Turkoglu, Turkcan, Kutluay o Erdenay, es verdad. Pero tampoco estaban los Ilyasova, Dixon o Preldzic para elevar los sueños locales a cotas más elevadas. Sanli y Sipahi no se escondían (7-6, m.5), si bien el actual campeón iba abriendo brecha casi sin ser consciente de ello.

Pau asistía a San Eme usando el tablero, la pintura era española -cuántas faltas forzadas de inicio- y el juego de Turquía era espeso, con mucha más agresividad en defensa que lucidez en ataque. A pesar de los 8 puntos de ventaja tras una canasta con puro sello Marc Gasol (14-8, m.8), las sensaciones no eran del todo positivas. España perdonaba, se dejaba tiros libres por el camino y se contagiaba poco a poco por un ritmo cansino que no le favorecía. Eso sí, con chispazos alegres. El triple del Chacho y el rebote ofensivo y canasta de Oriola para cerrar el periodo, un guiño al Felipe Reyes más clásico, establecían un cómodo 19-10 que, sin embargo, no eclipsaba la incertidumbre. Más allá del resultado, esta tardaría mucho tiempo en marcharse.

La luz de Korkmaz

Pau Gasol nunca entendió de dudas. Antagónico al desarrollo del partido, la estrella española inició el segundo cuarto haciéndolo todo. Primero, se colgaba del aro tras conectar con Sergio Rodríguez. A continuación, colocaba un tapón y, en esa misma jugada, conseguía con su triple multiplicar en el marcador a Turquía (24-12, m.13).

En mitad de las nubes turcas, los claros tenían nombre. La luz era Korkmaz. El sol era Korkmaz. El niño prodigio, el adolescente por el que se pagaban traspasos, el virtuoso capaz de jugarte con el mismo descaro lo pongas de base, escolta o alero. Esa estrella de las selecciones inferiores turcas que un día se vistió de bronce, otro de plata y otro de oro. El máximo anotador del Europeo Sub16 (2013), el del Quinteto Ideal en el Europeo Sub18 o el Mundial Sub19 de 2015. La esperanza de los Sixers. La realidad turca. 

Si el masoquismo es la complaciencia del que encuentra alegría en el castigo, cuesta no ser masoquista encontrando placer con verdugos como Furkan. Un equipo en sus manos, un país en sus manos. Cada balón que le llegaba era canasta. Una bomba por allá, una aparición cortando la zona antes de que terminara la posesión, un alley oop o un tiro de 5 metros, qué más daba. Calidad y físico, orgullo y valentía, contagiando con su velocidad a sus compañeros. Del 28-16 al 29-25 en solo tres minutos después del triple de Osman, inédito en los 17 minutos previos. Solo su marcha al banquillo y un triple letal del Chacho Rodríguez antes del descanso (33-25) frenaron la remontada de una Turquía que, incluso con el marcador adverso, hubiera firmado una situación parecida al descanso, con su rival tan perdido en mitad de esa guerra de guerrillas.

El triunfo del ruido

La vida pasa, la sociedad cambia. Pero incluso el más objetivo de los masoqusitas hubiera preferido aquel himno del «Dev Adam» al sonido de vuvuzelas que llenaba cada rincón del pabellón cuando España atacaba. Y, claro, con los tres minutos de sequía anotadora española… ¿quién iba a ser el primero que dejara de hacerla sonar?

Foto FIBA

Turquía, definitivamente, había llegado al encuentro y parecía encontrar réplica a toda acción positiva de su oponente. Si San Emetero volaba en el contraataque, Mahmutoglu aparecía en la zona como por su casa. Si Navarro rescataba una de esas bombas que ya anotaba hace dos décadas, Korkmaz anotaba tres tiros libres para que el aliento turco se sintiera más que nunca (37-33) en el ecuador del periodo.

Zona 2-1-2, España regalando canastas fáciles, el ruido en aumento y la tensión transformada en técnicas a Turquía, de esas imposibles de imaginar en aquel de verano de 2001 (42-35, m.27), a pesar de que el pabellón temblaba de la misma forma que entonces. Con los de Saricaa 5 y la sensación de que la remontada total era cuestión de tiempo, Pau salió a pista gritando un «Vamos, vamos» que solo pareció oír Sergio Rodríguez. El dúo sería letal. En mitad del naufragio español en triples, el canario anotó desde 7 metros. A continuación, le regaló una canasta a Pau y, en la última jugada del cuarto, justo cuando Turquía se había acercado más que nunca, se inventó un segundo triple (49-43) que dejó sin voz durante segundos a más de 15.000 personas. Un silencio más largo aún estaba a punto de asolar Estambul.

Cayó la valla turca

Hay toda una generación de treinteañeros, adolescentes cuando los «Juniors de Oro» conquistaban Lisboa, que se sentirán de repente mayores el día que Pau diga basta. La vejez es eso que ocurre mientras Pau detiene el tiempo. Que jamás cuelgue las botas. Que jamás seamos mayores. Cuando recordemos, y será mucho todo lo que hay que recordar, hablaremos de aquel campeonato de 2001 en Turquía, en el que de repente España parecía capaz de comerse Europa, aún sin saber que acabaría comiéndose el mundo. La derrota contra los anfitriones, las quejas por el arbitraje, el mítico Nowitzki-Gasol buscando la tercera plaza, el orgullo de un bronce. Nostálgico, Pau decidió que no, que no podía morir su ciclo en el mismo lugar donde había empezado. Sin embargo, su tapón inicial pareció quedarse en simbólico, sin vuelcos en el escenario que con tanto esfuerzo Turquía había construido, cuando Veyseloglupara un 49-45 absolutamente inquietante.

En ese instante, Juancho Hernangómez aterrizó en el choque con 5 puntos seguidos que parecieron ser el despegue definitivo que necesitaban sus compañeros (56-45, m.32). Incluso, el ex estudiantil tuvo en sus manos un triple para el +14 que hubiera hecho saltar por los aires el encuentro. El balón no entró y el conjunto de Sarica pareció resucitar con más fuerza que nunca. La pedía Korkmaz. La necesitaba, la deseaba. La clavaba. Una vez, dos. A la segunda, con un triple para que el tan cacareado Infierno Turco se escribiera por fin con mayúsculas (56-50, m.35). Fueron segundos, un minuto a lo sumo, mas en ese momento nadie en el Sinam Erden dudó de la remontada total de su equipo.

El aire pesaba más. El parqué quemaba más. El balón pesaba más. Tal vez el Ricky Rubio de otro campeonato la hubiera pasado a otro compañero. O quizá, por un momento, hubiera confiado en su tiro sin demasiada fe. Empero, en 2017, en este Eurobasket, Ricky Rubio y tiro sí son sinónimos (¡48% en triples!). Desde ese tiro, el destino estaba a punto de escribirse solo. Entró el triple, cayó la valla. Y cayó Turquía en cada golpe de rabia del eterno niño prodigio. Dos tiros libres, una nueva bomba lejana, un pase a Marc para el +14, con el encuentro hecho trizas en un minuto. Dos tiros libres para llegar a los 15, para darse un homenaje a sí mismo. Para gritar que él está ahí. Para despertar a Turquía. Para pasar de ronda. 

Solo quedaron cenizas cuando el Chacho y Pau volvían a conectar, cuando Juancho volvía a lucirse en este cuarto con otro triple para el 73-56 final. Allá donde hubo saltos y abrazos, allá donde hubo «Dev Adam» y locura, solo quedaron aplausos de resignación. Allá donde hubo impotencia, hubo celebración. Los días grises también esconden sol. La valla de cuartos espera.

ESPAÑA 73
N Nombre Min P T2 T3 TL RT RD RO AS BR BP T FP M/M EFF
4 *P, Gasol 32 11 3/5 1/1 2/4 7 6 1 4 1 2 2 1 19 19
6 S, Rodriguez 30 11 2/2 2/5 1/2 4 4 0 9 3 2 0 3 15 21
7 *J, Navarro(C) 18 8 3/4 0/2 2/2 2 2 0 2 0 0 0 2 1 9
9 *R, Rubio 21 15 1/1 3/6 4/4 2 2 0 3 1 1 0 3 10 17
13 *M, Gasol 29 10 3/7 0/2 4/6 5 3 2 2 0 1 1 4 12 9
14 W, Hernangomez 6 2 1/4 0/0 0/0 2 1 1 1 1 0 0 0 1 3
15 J, Sastre 16 2 1/1 0/0 0/0 0 0 0 0 0 0 0 0 5 2
16 G, Vives 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
18 P, Oriola 3 2 1/1 0/1 0/0 1 0 1 0 0 0 0 2 3 2
19 *F, San Emeterio 25 4 2/5 0/3 0/0 1 0 1 1 0 0 0 1 3 0
21 A, Abrines 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0
41 J, Hernangomez 18 8 0/0 2/4 2/2 4 4 0 0 0 1 0 2 16 9
  Total   73 17/30 8/24 15/20 33 25 8 22 6 9 3 18 85 91
TURQUÍA 56
N Nombre Min P T2 T3 TL RT RD RO AS BR BP T FP M/M EFF
2 E, Veyseloglu 9 4 2/2 0/1 0/0 2 0 2 1 1 0 0 1 -6 7
4 D, Balbay 1 0 0/0 0/0 0/0 0 0 0 0 0 0 0 0 -3 0
5 S, Guler(C) 26 2 1/3 0/2 0/0 2 1 1 4 1 1 0 3 -5 4
6 *C, Osman 31 8 0/1 2/7 2/2 4 4 0 3 2 3 0 4 -14 8
7 B, Hersek 1 0 0/0 0/0 0/0 0 0 0 0 0 0 0 2 -2 0
9 *S, Erden 36 6 2/6 0/0 2/2 10 6 4 1 0 2 0 3 -14 11
10 *M, Mahmutoglu 26 10 5/6 0/3 0/0 0 0 0 2 0 2 0 0 -21 6
19 F, Aldemir 6 0 0/0 0/1 0/0 1 1 0 0 0 0 0 0 -1 0
21 *S, Sanli 7 4 2/5 0/0 0/0 3 3 0 1 0 0 0 4 -5 5
22 F, Korkmaz 27 20 6/10 1/5 5/5 5 4 1 2 1 0 0 1 -7 20
25 *K, Sipahi 14 2 1/3 0/0 0/0 1 1 0 2 0 0 0 1 -9 3
61 G, Koksal 13 0 0/2 0/1 0/0 2 1 1 0 0 1 0 3 2 -2
  Total   56 19/38 3/20 9/9 33 22 11 16 5 10 0 24 -85 62