Marruecos se plantó hoy en su posición de rechazó a la posibilidad de un referéndum para que los saharauis ejerzan su derecho a la libre determinación, al término de dos días de reuniones con el Frente Polisario auspiciadas por la ONU para buscar una solución al conflicto latente del Sahara Occidental.

El Frente Polisario, movimiento independentista saharaui reconocido como interlocutor de Marruecos en estas negociaciones, lamentó que "el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui sea un tema secundario para Marruecos", al que también criticó por no ofrecer ninguna alternativa creíble.

Ambas partes concluyeron hoy dos días de reuniones, tres meses después de una primera ronda de negociaciones que puso fin a seis años de parálisis diplomática en esta cuestión y que significó el inicio de un nuevo proceso político, aunque ambas partes se han mantenido aferradas a sus posiciones de principio.

El enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental y facilitador de estas negociaciones, Horst Köhler, dijo que esas divergencias, que parecen insalvables, "no son una sorpresa" porque se sabía "que no es y que no será fácil".

"Nadie debe esperar resultados rápidos, porque muchas posiciones siguen siendo fundamentalmente opuestas, pero al mismo tiempo que se hayan escuchado unos a otros, aunque cuando hay controversias, es un paso importante para crear confianza", comentó en una breve comparecencia ante la prensa en la que se negó a responder a preguntas.

El resultado que Köhler juzgo más significativo es que Marruecos y el Frente Polisario hayan aceptado volver a encontrarse en una fecha que él deberá decidir y que sin duda estará influenciada por la decisión que el Consejo de Seguridad de la ONU debe tomar antes del 30 de abril sobre la extensión del mandato de la Misión de la ONU para el Sahara Occidental (MINURSO).

Estados Unidos lideró el pasado octubre un movimiento dentro del Consejo de Seguridad para que el funcionamiento de esa Misión se prolongase únicamente por seis meses, y no doce como era lo habitual, ya que considera que su existencia es inútil si no cumple con el fin para el que fue creada.

La MINURSO fue concebida inicialmente para organizar un referéndum de autodeterminación de los saharauis, pero éste no ha podido realizarse por la negativa marroquí.

Si el Consejo de Seguridad decide que la existencia de la MINURSO sólo debe continuar por seis meses, esto insuflará a las negociaciones de Ginebra un sentido de urgencia, pero si se extiende por un año el apuro será menor, especialmente por parte de Marruecos.

El ministro de Asuntos Exteriores y jefe de la delegación marroquí, Naser Burita, puso las cartas sobre la mesa y dijo que las resoluciones de la ONU sobre el Sahara Occidental evocan la libre determinación "y no un referéndum" y que para cumplir con ese principio su Gobierno propone una autonomía.

"La autodeterminación no puede estar vinculada a un referéndum. Marruecos no lo aceptará, como tampoco aceptará la independencia, punto final", enfatizó Burita ante los periodistas.

Por su parte, el jefe de la delegación del Frente Polisario y presidente del Parlamento saharahui, Jatri Aduh, sostuvo que la solución de la que habla la ONU debe ser una "que reconozca al pueblo saharaui su derecho a la autodeterminación con plena libertad y sin condiciones previas".

Asimismo, sostuvo que la confianza mutua es indispensable en la búsqueda de la paz y para ello pidió a Rabat que libere a "decenas de presos políticos detenidos en las zonas ocupadas por Marruecos" y permita el acceso a esos territorios de observadores independientes y periodistas.

Reclamó igualmente el fin "del pillaje de los recursos naturales saharauis".