La politóloga Nancy Fraser, intelectual feminista destacadas de Estados Unidos, ha rechazado este miércoles el "feminismo liberal", por el que aboga Ciudadanos en España, al creer que esta corriente persigue la liberación de "unas pocas" a costa de "la opresión de muchas".

La catedrática de Política y Ciencias Sociales en The New School for Social Research de Nueva York ha comentado en rueda de prensa la conferencia que ofrece esta tarde en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en un acto organizado por el Cabildo de la isla en el que, frente a la corriente liberal, defenderá "un feminismo para el 99%".

Aunque ha admitido desconocer la situación del feminismo en España, Fraser ha subrayado su "logro impresionante" de haber implicado a buena parte de la sociedad en la lucha contra la austeridad, como muestra el éxito que han tenido las últimas huelgas convocadas con motivo del Día Internacional de la Mujer.

Para esta intelectual, el feminismo "de clase", que proclama que todos somos iguales y que defiende que las mujeres privilegiadas y con talento lleguen a lo más alto de la escala jerárquica, choca con la realidad de que eso sólo es posible si existen los bajos sueldos de otras mujeres que cuidan de sus hijos y de su casa, de ahí que no sea una corriente que ella pueda apoyar.

El feminismo para todos, que Fraser defiende, requiere de una lucha mucho más profunda y de la presión de otros movimientos paralelos, ya que el centro del problema se relaciona con la producción, la reproducción, la familia, el trabajo, los cuidados y el dinero, en una sociedad organizada en trabajaos remunerados y no remunerados y, por ende, en la separación de géneros.

En opinión de esta politóloga, la actual organización social "disfuncional" genera una crisis de cuidados para la que el feminismo liberal no ofrece soluciones.

Frente a esta coyuntura, el feminismo para todos aspira a una reestructuración de la sociedad que permita disminuir la disfuncionalidad existente entre producción y reproducción, de ahí que su éxito dependa de la presión social que se haga para lograr este objetivo, por lo que se precisa de la acción de más movimientos radicales transformadores que no acepten el capitalismo.

En cualquier caso, Fraser no ha descartado que "el feminismo para el 99 %" pueda triunfar en el actual contexto capitalista, ya que este sistema ha demostrado a lo largo de los años una importante capacidad de transformación.

El capitalismo mercantilista se transformó en capitalismo industrial, que ha evolucionado, a su vez, hacia el capitalismo financiero neoliberal y en todos los casos la sociedad ha reestructurado la producción y la reproducción, aunque ninguna de estas transformaciones ha solucionado el problema, ha aseverado.

Nancy Fraser ha descartado que el papel de los medios de comunicación haya influido en la elección de Donald Trump o Jai Bolsonaro como presidentes de Estados Unidos y Brasil, y ha achacado el triunfo de ambos a la influencia de "políticas anteriores" y a la hegemonía del neoliberalismo progresista.

Esta activista feminista ha resaltado que esa "alianza perversa entre los mundos cosmopolitas", que estratégicamente se ha unido a otras corrientes liberales y que ha triunfado en otros países, busca "devastar a las clases pobres" e instaurar mercados laborales precarios y, al mismo tiempo, identificarse con el movimiento liberal social.

En su opinión, el papel que ha de desempeñar el feminismo es "recuperar a todas esas personas que rechazan este neoliberalismo", de ahí que vea el populismo progresista como "una estrategia transitoria para tratar de recuperar a la clase trabajadora que abrazó en su momento el populismo liberal".

Para Fraser, el feminismo vive en estos momentos un despertar de proporciones trasnacionales debido a que las manifestaciones del 8M se han coordinado entre países, pero tiene visos de ser un fenómeno global, con ejemplos como el movimiento "#MeToo", que, según ha apostillado, no solo lucha contra el acoso sexual de las privilegiadas actrices de Hollywood, sino que es una corriente laboral que defiende también a las mujeres pobres y vulnerables.

"A pesar de las clases altas, esto es un movimiento feminista para el 99 %", ha resaltado.