Un equipo internacional de astrónomos, en el que ha participado el Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona (ICCUB), ha descubierto 83 cuásares alimentados por agujeros negros supermasivos cuando el Universo era menos de una décima parte de lo que es actualmente.

Según el ICCUB, este hallazgo, en el que ha colaborado el Gran Telescopio de Canarias (GTC), aumenta el número de agujeros negros conocidos hasta el momento, y revela por primera vez hasta qué punto eran comunes los agujeros negros en los inicios de la historia del Cosmos.

El estudio también detalla los efectos de los agujeros negros en el estado físico del gas en el Universo durante los primeros mil millones de años.

Los agujeros negros supermasivos se encuentran en el centro de las galaxias y, aunque predominan en el Universo actual, no se sabe con certeza cuándo se formaron ni cuántos hay. De entre ellos, los agujeros distantes se identifican como cuásares, que brillan cuando acumulan gas.

Para escoger los cuásares, un equipo de investigación liderado por Yoshiki Matsuoka, de la Universidad de Ehime (Japón), usó datos obtenidos con un instrumento innovador, la cámara Hyper Suprime-Cam (HSC).