Vivimos estresados. Es una realidad de la que se hacen eco millones de investigaciones científicas que tienen relación con nuestra salud. Todas ellas se han dado cuenta de que nos está afectando. Dormimos mal, comemos mal, nos salen canas antes de tiempo...y además rechinamos los dientes. Se estima que el 70% de los adultos padece bruxismo, una patología que surge cuando apretamos demasiado la mandíbula -especialmente durante el sueño-, provocando que nuestra articulación temporomandibular sufra.

De alguna manera, la estamos conduciendo a esa situación, porque al apretar los dientes no dejamos que se recupere y pueda echarle aceite a nuestras bisagras. La degeneración de estos músculos y articulaciones lo que provoca son problemas en la deglución y la masticación, que pueden ser leves: dolor al masticar alimentos duros, dificultad de abrir y cerrar la boca, así como chasquidos articulares; o pueden incluso puede ser derivar en la alteración del habla o de comprender el lenguaje así como la alteración de la voz.

Esta situación se puede encontrar "en todas las edades", como explica la odontóloga Yanira Herrera, "ya que se da por causas degenerativas, tumorales o inflamatorias". Así, puede darse en niños "con exceso de actividad muscular", en adolescentes cuando sufren estrés por los exámenes o en adultos -siendo el grupo de población más afectado-, y concretamente en adultos jóvenes con respecto al estrés laboral o problemas socioeconómicos.

Para evitar la situación, los odontólogos suelen sugerir la utilización de una férula de descarga, pero a veces, este problema requiere de una solución multidisciplinar. En este sentido, el Hospital San Juan de Dios ha visto un nicho de pacientes a los que es necesario dar una salida más completa aunando la odontología y la logopedia en una nueva Unidad de Rehabilitación Temporomandibular. Lo importante, al fin y al cabo, es prevenir la situación y lograr evitar un evento más perjudicial para el paciente.

Este nuevo servicio está dirigido por Yarina Herrera y Miryam Mederos, odontóloga y logopeda respectivamente, que atienden las necesidades de pacientes con degeneración esta articulación. Problemas que pueden ir desde la "somatización del apretamiento de dientes", hasta la aparición de un tumor o un traumatismo. Todos ellos, como afirmó Herrera, son necesarios de ser abordados desde los dos puntos de vista clínicos, ya que "la logopedia es fundamental en la rehabilitación y el aprendizaje corrector" y la odontología la complementa como "un elemento de estabilización y corrección oclusal", así como "ortopédico y ortodóncico".

"La degeneración muscular contribuye al empeoramiento articular, haciendo que aumente el dolor así como la incapacidad de actuación lógica de la articulación", explica Herrera, quien aseguró que "si se logra restaurar el equilibrio muscular", se volverá a la "congruencia", disminuyendo así "los signos y síntomas patológicos". En la nueva unidad, las profesionales se encargan de "localizar e identificar los factores desencadenantes, agravantes o perpetuantes". Acto seguido, se enfocan en la "recuperación de las funciones perdidas mediante "técnicas fisioterapéuticas, logopédicas, ortopédicas y odontológicas". Por ejemplo, las profesionales pueden enseñar al paciente a "bloquear las acciones nocivas" para restaurar el equilibrio muscular o utilizar férulas o aparatos de rehabilitación para evitar la mordida. Asimismo, tratan otros problemas que puedan estar generando el rechinamiento de dientes como una infección, un diente que ya no se encuentra o el desplazamiento mandibular. Además, con este tratamiento rehabilitador se puede modificar la interposición lingual entre los arcos dentarios que está impidiendo la correcta oclusión; rehabilitar las dificultades deglutorias y de la articulación del lenguaje tras sufrir patologías como Ictus o parálisis; y rehabilitar las patologías de las cuerdas vocales que producen disfonías, como nódulos o edemas de Reinke. "En la unidad ofrecemos un tratamiento integral a todos aquellos pacientes que sufren trastornos temporomandibulares, ya sea con tratamientos conservadores, o fisioterapia. Buscamos la mejor solución para el deterioro en la calidad de vida que sufren estos pacientes", concluye Yarina Herrera.