La nadadora Mireia Belmonte (Badalona, España, 1990), campeona olímpica, mundial y europea, no tiene con las veinticuatro horas del día para compaginar su alto ritmo de entrenamiento -que llega a más de ocho horas diarias-, el tiempo de descanso y recuperación, y la preparación de las clases y asignaturas del Grado de Relaciones Públicas y Publicidad en el que está inscrita.

Joel González (Figueras, España, 1989), doble medallista olímpico en taekwondo, es otro ejemplo del atleta que se esfuerza hasta el límite también por sacar sus estudios adelante: "He estudiado un máster y, gracias al esfuerzo y la flexibilidad de la universidad donde estudié, conseguí sacarlo. Ahora estoy haciendo el doctorado y estoy muy ilusionado".

Como estos dos ejemplos existen muchos otros grandes atletas que no tienen tiempo material para realizar los estudios universitarios que pretenden y, en el marco de la enseñanza en castellano, existe un modelo que está funcionando de manera espectacular.

El expiragüista David Cal (Cangas del Morrazo, España 1982), el deportista español con más medallas olímpicas: una de oro y cuatro de plata, fue otro de estos casos en los que se ha beneficiado de unos programas que lleva a cabo la Universidad Católica de Murcia (UCAM), al este de España, que es pionero en Europa.

Cal estudió con una beca de esa entidad y, tras haberse retirado, trabaja en el servicio de deportes de esa universidad y recomienda a los más jóvenes: "Formaos bien, porque después del deporte queda mucha vida por recorrer".

Además, tras varios años colaborando estrechamente con el Comité Olímpico Español (COE) para que los deportistas que pasan por sus aulas puedan compaginar estudios y deporte, la UCAM ha abierto acuerdos con otros comités olímpicos, principalmente de Latinoamérica, para impulsar este modelo.

Podio universitario y deportivo. El caso de Belmonte, medalla de oro en los 200 mariposa y bronce en los 400 estilos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, es un claro ejemplo de las dificultades por las que pasan los deportistas de élite para compaginar el deporte con sus estudios universitarios.

La campeona, que está centrada firmemente en "volver a estar en lo más alto" en los próximos Juegos de Tokio 2020, comenta sobre UCAM: "Me ayudan mucho a compaginar el estudio con el entrenamiento, así como a ajustar el calendario de exámenes, realizándolos cuando no estamos compitiendo".

El caso de Mireia Belmonte es uno más de los que se están beneficiando de un modelo que UCAM viene desarrollando desde hace años y que tiene como objetivo la promoción del deporte desde la docencia, la investigación, la gestión y la competición.

"Un modelo único que permite a los deportistas seguir estudiando bajo tres pilares fundamentales: creación de un cuerpo de tutores especializados para hacer un seguimiento al itinerario académico de los deportistas y adaptar su calendario deportivo con los objetivos académicos; utilización de las nuevas tecnologías para estar en contacto y hacer un seguimiento de la evolución; y el esfuerzo de los deportistas para aprovechar cada minuto de descanso en horas de estudio efectivas", explican desde la universidad murciana.

Para Mireia Belmonte es "complicado" compaginar el deporte con la universidad porque "sólo tengo una hora al día para estudiar. Pero la clave fundamental es la organización y estar bien centrada en lo que tienes que hacer. Con eso sale todo". El planteamiento de Belmonte es ir "poco a poco, cumpliendo mis objetivos: dos asignaturas por año".

Universidad plagada de medallas. Actualmente, la UCAM cuenta con más de 200 deportistas olímpicos y de élite a los que beca y que les permite compaginar estudios con deporte de máximo nivel.

Los resultados en la competición avalan este modelo, como quedó reflejado en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016, donde los deportistas que pertenecían a esta institución consiguieron quince medallas olímpicas y nueve paralímpicas.

Entre ellas, Carolina Marín (Huelva, España, 1993), medalla de oro en bádminton, y estudiante de Fisioterapia. Sólo la Universidad de Stanford (Estados Unidos) superó a la universidad española en el número de preseas.

Para José Luis Mendoza, presidente de esta institución docente, "el deporte es un gran elemento de unión y por eso lo fomentamos en la UCAM".

Mendoza es el impulsor de este proyecto académico que nació en 1996 bajo tres pilares fundamentales: docencia de calidad, investigación de excelencia y evangelización a la luz del humanismo cristiano, a los que se une una apuesta convencida por el deporte, inspirada en el modelo de las grandes universidades estadounidenses, pero con el sello propio de una universidad joven y europea, según indican.

Una forma de trabajar que ha llamado la atención de la Unión Europea, desde donde promovieron y financiaron el proyecto ESTPORT, para implantar esta metodología también en universidades de Reino Unido, Italia o Grecia.

Además su sistema ha obtenido importantes galardones, como el que recibió el pasado 26 de octubre, en los European Athletic (Asociación de Atletas Europeos), la gran fiesta del atletismo celebrada en Lausana (Suiza) que concedió a la UCAM el Premio a los mejores de 2018 en la categoría de Innovación, por su modelo de tutorización a deportistas que les permite compaginar su carrera deportiva con los estudios superiores.