Una niña siria de ocho años murió hoy al ser arrastrada por las aguas en el sur del Líbano y también pereció su hermano, que trataba de rescatarla, en medio de la tormenta Miriam, que azota el país de los cedros con violencia desde ayer.

El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informó en su cuenta oficial de Twitter de que la niña, de nombre Farah, se ahogó tras caer al canal de Akbiye, en el sur del Líbano, y su hermano, Maher, de 21 años, corrió la misma suerte mientras intentaba rescatarla.

ACNUR calificó lo sucedido de "tragedia".

Anteriormente, la Agencia Nacional de Noticias libanesa informó de que la pequeña se ahogó y su cuerpo no ha sido encontrado todavía, mientras que su hermano permanece desaparecido.

Por otra parte, el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) alertó de que más de 11.300 personas se han visto afectadas por la tormenta, la mitad de ellos niños y niñas.

En un comunicado, detalló que 6.000 menores han sido asistidos por UNICEF en los pasados diez días y destacó que la agencia se coordina con otros socios para hacer frente a las necesidades de los afectados.

En la nota, lamentó que las dos tormentas que han afectado al Líbano desde la semana pasado han causado el desplazamiento de niños "vulnerables", que necesitan "protección y calor", sobre todo los refugiados.

UNICEF detalló que 750 zonas en todo el Líbano se han visto afectadas, incluidos once asentamientos informales que han sido inundados por las lluvias torrenciales, y mostró su preocupación por "las familias y los niños que ya estaban desplazadas y vivían en condiciones precarias" antes del mal tiempo.

En el valle de la Bekaa (este), 847 sirios han tenido que ser reubicados por los daños sufridos en sus refugios y otros 700 han corrido la misma suerte en el norte del país, según la nota.

La semana pasada, otra niña siria también falleció a causa de las lluvias en un campamento del norte del país durante la tormenta Norma, que duró varios días y causó sufrimientos a los refugiados sirios.