El Gobierno español dejará claro este martes al resto de los aliados su rechazo a que la OTAN entrene a las fuerzas de seguridad kosovares tras la aprobación por el Parlamento de Prístina este viernes de transformarlas en un auténtico ejército.

"España se opone porque las circunstancias han cambiado", han explicado a Europa Press fuentes aliadas.

El Gobierno español, que no ha reconocido la independencia unilateral de Kosovo de Serbia en 2008, ha lamentado este viernes la decisión del "territorio de Kosovo" de convertir sus fuerzas de seguridad --las KSF-- en un ejército y ha advertido de que esta decisión "unilateral" no contribuye "en absoluto" a crear las condiciones necesarias para un diálogo con Serbia.

Desde Bruselas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recordado que los Veintiocho tienen una posición "bastante clara" y es que "este no es el camino de la reconciliación" y para las "buenas relaciones entre Kosovo y Serbia".

España no quiere eso sí la salida del contingente de la OTAN de Kosovo dado que su misión KFOR contribuye a garantizar la seguridad sobre el territorio, según han precisado fuentes diplomáticas.

Los países de la OTAN discutirán la respuesta a dar en una reunión del Consejo del Atlántico Norte el próximo martes en Bruselas, según han confirmado fuentes aliadas.

"El Consejo del Atlántico Norte tendrá que reevaluar el nivel de cooperación de la OTAN con la Fuerza de Seguridad de Kosovo tras el cambio de mandato", ha avanzado este viernes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en un comunicado.

Stoltenberg ha lamentado que el Parlamento kosovar haya aprobado la reconversión de las fuerzas kosovares, a las que la Alianza Atlántica lleva entrenado desde hace años a través de su operación KFOR, "a pesar de las preocupaciones expresadas por la OTAN", que ya le dejó claro que "este paso era inoportuno".

"Aunque la transformación de la Fuerza de Seguridad de Kosovo es algo que compete, en principio, decidir a Kosovo, dejamos claro que este paso era inoportuno", ha subrayado.

El secretario general de la OTAN ya avisó el pasado 5 de diciembre de que los aliados revisarían su "nivel de implicación" si seguía adelante con la creación de un Ejército, "en contra del consejo de muchos aliados", entre ellos España, y alertó de que incluso "podría tener consecuencias serias para la integración euroatlántica futura de Kosovo".

La OTAN no se plantea ''a priori'' reducir el número de efectivos sobre el terreno pero sí "la cooperación" con la fuerza kosovar y contemplaría poner fin a las tareas de instrucción, según otras fuentes aliadas.

La KFOR cuenta en la actualidad con unos 5.500 efectivos y con un batallón de reserva que puede desplegarse rápidamente en caso de deterioro sobre el terreno.

Los aliados han venido aplazando toda decisión para reducir el contingente por los recurrentes picos de tensión entre serbo y albanokosovares.

La OTAN desplegó la KFOR a finales de los años 90 con más de 50.000 efectivos a raíz de la campaña aérea de 78 días para poner fin a la violencia del régimen del exlíder serbio Slobodan Milosevic contra los kosovares.

La KFOR ha contribuido a garantizar la seguridad y un entorno seguro y ha apoyado otras actividades como el desminado, la seguridad fronteriza, la lucha contra el tráfico de armas transfronterizo y la protección de las minorías. En 2008, asumió la tarea de apoyar la creación e instrucción de una nueva Fuerza de Seguridad de Kosovo y la disolución de la anterior fuerza de Protección.

Stoltenberg ha dejado claro que "la OTAN sigue comprometida a través de la KFOR" con mantener "un entorno de seguridad y seguro en Kosovo y con la estabilidad más amplia en los Balcanes" y ha apelado a "todos los bandos" a garantizar que este paso "no aumente más las tensiones en la región".