El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, inicia hoy en España una gira europea de cinco días que también lo llevará a Francia y Bélgica, y con la que refuerza una invicta trayectoria al frente del Ejecutivo nipón de más de cinco años.

El veterano político conservador, de 64 años, visita España de forma oficial por primera vez para fortalecer la amistad que ambos países mantienen desde hace más de 400 años, en el que supone, además, el primer viaje de un jefe de Gobierno nipón a este país desde que en 2003 Junichiro Koizumi viajara a Madrid.

Durante su estancia, Abe tendrá una audiencia con el rey Felipe VI y mantendrá un encuentro con el presidente de Gobierno español, Pedro Sánchez.

Abe llega a la capital española tan sólo tres semanas después de ser reelegido líder de su partido por tercera vez consecutiva, un hito logrado gracias a una inédita reforma en su formación que lo encamina a convertirse en el primer ministro más duradero de la historia de Japón si logra agotar esta legislatura en 2021.

Nacido el 21 de septiembre de 1954 en la prefectura de Yamaguchi (sudoeste), Abe lleva la política en las venas.

Su abuelo, al que cita de forma asidua, fue el ambicioso e imperialista primer ministro Nobusuke Kishi, detenido como criminal de guerra tras la Segunda Guerra Mundial, aunque luego exculpado, y su padre, Shintaro Abe, fue ministro de Asuntos Exteriores en los gobiernos del carismático Yasuhiro Nakasone en los años ochenta.

Otra figura familiar eminente es su tío abuelo Eisaku Sato, uno de los jefes del Ejecutivo más duraderos de la historia de Japón, que gobernó ocho años (1964-1972), y cuyo referente ansía superar.

No se puede negar que la perseverancia es una de las cualidades innatas de este político de fuertes convicciones nacionalistas que ha logrado revalidar su mandato tres veces en menos de cinco años, la última vez en octubre de 2017, y sin una sola derrota.

Esto gracias a un discurso centrado en la buena marcha de la economía nipona impulsada por la estrategia de su Administración (popularmente conocida como "Abenomics") y la necesidad de mantener la cautela frente a la amenaza armamentística de Corea del Norte.

Su capacidad para resistir en el poder pese a verse salpicado por varios escándalos le ha valido el apodo de "Teflón Abe".

El actual primer ministro japonés afronta su tercera legislatura consecutiva desde que fuera elegido en diciembre de 2012, y también gobernó el país asiático durante un breve mandato entre 2006 y 2007.

Licenciado en Ciencias Políticas en 1977 por la Universidad Seikei de Tokio, Abe completó sus estudios en la Universidad del Sur de California (USC) antes de integrarse en el mundo laboral en 1979 en la siderúrgica Kobe Steel.

Tres años más tarde comenzó a implicarse en asuntos políticos como asesor de su padre, quien poco después asumiría la Cancillería, pero no fue hasta 1993 cuando obtuvo un escaño de diputado del Partido Liberal Democrático (PLD) por la provincia de Yamaguchi.

Esta trayectoria meteórica se consolidó en 2003 con su nombramiento como secretario general del PLD, un cargo que compaginó con el de portavoz del Gabinete de Koizumi (2001-2006).

Hiperactivo y trabajador, Abe mantiene unas relaciones excelentes con el presidente estadounidense, Donald Trump, y con el líder ruso, Vladimir Putin, y no oculta la tirantez de su país con sus vecinos más cercanos, Corea del Sur y China, con quienes protagoniza frecuentes roces diplomáticos vinculados al pasado colonial nipón.

Abe, que utiliza a su esposa Akie- aparentemente mucho más liberal que él- para ablandar su imagen dura, cuenta con una amplia experiencia en la despiadada y convulsa política japonesa, donde mantenerse en el poder es toda una proeza.

Tras más de un lustro consecutivo a cargo del Ejecutivo nipón, la gran meta pendiente de Abe es lograr su anhelada revisión de la Constitución pacifista del país asiático (promulgada en 1947 durante el período de ocupación de las tropas estadounidenses) para ampliar las competencias de las Fuerzas de Autodefensa (ejército).