En el Norte de Tenerife existe un lugar en el que nieva todos los días del año. Da igual que sea invierno o verano, que llueva o luzca el sol, en Planet Penguin, el pingüinario de Loro Parque, en el Puerto de la Cruz, una máquina produce a diario una media de 12 toneladas de nieve.

Para conseguir recrear un ambiente de tipo antártico, en la trastienda de Planet Penguin, la sala de máquinas pone en marcha el sistema de producción de nieve artificial. Se trata de seis cañones con tres unidades condensadoras, de 5.500 vatios de potencia, que hacen posible teñir de blanco el hogar de 190 pingüinos de cuatro especies: rey, papúa, saltarrocas y barbijo.

Recrear el clima de la Antártida en el Norte de Tenerife se consigue gracias a un cilindro emisor que se enfría a la vez que se le aporta agua para formar hielo. Posteriormente, ese hielo se corta con unas cuchillas y adquiere forma de nieve.

A este sistema se une un riguroso procedimiento de filtración para garantizar la calidad y el óptimo estado del agua. La nieve se utiliza en el pingüinario como enriquecimiento natural, además de convertirse en algo muy saludable para la circulación de las patas de los pingüinos y su hidratación.

Los más juguetones son los pingüinos papúas, a los que se puede ver esperando la nieve debajo de los cañones. En época de cría, la montaña principal no tiene nieve, mientras que fuera de esa época se llena, lo que permite diferenciar las distintas épocas del año. A un grado de temperatura y con los ciclos de luz adaptados a las épocas del año, los pingüinos se sienten como en la Antártida.

En Planet Penguin existe un sistema informático que simula los ciclos de luz que necesitan. Tienen seis meses de luz intensa y seis meses de oscuridad, porque hay que recordar que cuando es verano en Tenerife, estos animales están entrando en el invierno en su hábitat natural.

Loro Parque subraya que su pingüinario está considerado como "la mejor reproducción humana de las condiciones de vida natural de los pingüinos".