Es muy común tener contracturas en la espalda o el cuello, o tener dolores cervicales, lumbares, o dorsales, por ejemplo. La vida de malas posturas que llevamos, el estrés, así como hacer poco ejercicio, son cosas que nos llevan a tener contracturas. Una contractura es un nudo que se produce en el músculo y que no deja que la sangre llegue a las células musculares acumulando toxinas, de modo que las terminaciones nerviosas en los músculos reaccionan enviando señales al cerebro y provocando el dolor que implica una contractura.

Existen diferentes técnicas para eliminar las contracturas, que tratan de relajar y deshacer ese nudo que se crea y que la sangre pueda fluir con normalidad. Por eso, hoy vamos a hablar sobre algunos remedios que pueden ser muy útiles para tratar las contracturas:

  • Un baño relajante: puedes optar por un baño aromático para reducir el dolor, en agua cliente y con sales y aceites esenciales, romero y lavanda. También puedes optar por un buen baño de sal gorda, que si, además es perfumado, mucho mejor. Aquí también puedes aplicar aceites esenciales que sean relajantes. Por otro lado, en lugar de sal gorda, puedes añadir agua caliente y un par de vasos de vinagre, y estar unos 10 minutos en el agua. De esta forma, conseguirás relajar los músculos.
  • Aromaterapia: puede ser de mucha utilidad para reducir el dolor muscular. En este caso, tienen protagonismo aceites esenciales como el alcanfor, el jengibre, el romero, la lavanda, etc., que se pueden utilizar en baños relajantes, como comentamos anteriormente.
  • Hacer estiramientos: hacer ejercicio te ayudará a fortalecer la espalda. Para ello, es necesario que hagas ejercicios suaves antes de empezar el entrenamiento, como el yoga, tai chi, pilates, natación, etc. Los estiramientos de cuello y de espalda también ayudan de forma considerable. Y, si trabajas con el ordenador, es necesario descansar 5 minutos cada hora y tratar de estirar bien todo el cuerpo. Además, son muchos los ejercicios que puedes hacer sentado en la silla de trabajo.
  • Conocer las buenas posturas: sobre todo para aquellos que pasan muchas horas sentados, es necesario que conozcan y sepan las mejores posturas para no dañar la espalda y generar un problema de contracturas.
  • Hidroterapia: esta también puede ser una buena solución. Lo ideal es acudir a un SPA o balneario, por ejemplo, donde los chorros de agua y la temperatura te pueden ayudar a encontrarte mejor de las contracturas.
  • Aplicar remedios caseros:
    • Infusión de tomillo o de romero, mezclada con arcilla: cuando tenga una densidad tipo puré o crema, debes aplicar la mezcla a la zona afectada de forma y caliente, sin que haga daño en la piel, y dejarlo unos 20 minutos.
    • Un remedio chino: envolver una raíz de jengibre con hojas de col y ponerlo a asar durante una hora en el horno. Luego cortar cachos de la raíz, poner las rodajas calientes en la espalda en la zona de la contractura, y sujetarlo con una gasa. Dejarlo durante 20 minutos.
    • Un gel o ungüento de árnica: para aliviar el dolor y la inflamación. Debes aplicarlo en la zona del dolor, pero nunca en una herida abierta.
    • Mezclar ulmaria, sauce y harpagofito: para ayudar a disminuir el dolor y la inflamación. Esto puede tomarse en infusión, en extracto o en cápsulas. Lo que hay que tener en cuenta, es que las plantas medicinales suelen tardar en hacer efecto, y es necesario tomarlas de forma continuada durante varios días seguidos o semanas, dependiendo del caso. Las plantas medicinales también se pueden aplicar en forma de crema.
  • Parches para el dolor: existen unos parches para el dolor, como es el parche Motto, que alivia el dolor en casos de contracturas, afecciones reumáticas y dolor de articulaciones, mediante la generación de una corriente bio-eléctrica. De esta forma, el parche hace efecto al generar esta corriente, al entrar en contacto con el sudor de la piel. La corriente atraviesa la piel y penetra en los músculos, de manera parecida al efecto de una corriente continua, para aliviar el dolor de los músculos y de las articulaciones que están localizados debajo del parche.
  • Aplicar calor: uno de los remedios básicos es aplicar una compresa de calor de forma directa en la zona en la que se encuentra la contractura. Son muy comunes las mantas eléctricas, por ejemplo, o las bolsas de agua caliente, aunque puedes utilizar cualquier cosa que aporte calor a la zona. Las duchas con agua caliente, también pueden ser beneficiosas y reducir el calor en la zona, así como los baños de contraste de frío-calor.
  • Hacerse un masaje: lo mejor es hacerse un masaje descontracturante lo antes posible. Para ello, lo ideal es acudir a un profesional que sabe lo que hace. Un masaje provocará que aumente el flujo sanguíneo que mejora la recuperación de los tejidos y limpieza de metabolitos, además de fomentar una relajación del músculo, reduciendo así la tensión y el dolor.
  • Dormir de la forma adecuada: la manera en la que duermes también puede afectarte. Por eso, es muy importante dormir en un colchón que esté en bien estado, y a una temperatura estable, sin pasar mucho calor o frío. Además, es fundamental evitar dormir en mala postura por mucho tiempo, ya que puede favorecer a las contracturas musculares.

Todos estos consejos pueden ayudarte a aliviar el dolor y mejorar las contracturas. Ten en cuenta que la prevención también es muy importante en este sentido. Por eso, cosas como puede ser el hecho de llevar una dieta equilibrada, así como hacer ejercicio de manera regular y evitar las malas posturas, son factores claves para evitar que aparezcan las dolorosas contracturas musculares.