Aunque el Ayuntamiento de Santa Cruz contabiliza Residencial Anaga como uno de sus barrios, algunos de los que viven allí no. En el Centro, pero apartados, con todos los servicios (supermercado, panadería, farmacia...) para no tener que salir, los residentes en esta urbanización viven como en una pequeña ciudad. Y en el centro de la misma, bombeando la energía que la hace funcionar, está la parroquia.

Manuel Joaquín Herba, párroco de Residencial Anaga desde hace 17 años, explica que esta zona tiene poco que ver con un barrio, aunque reciba esa denominación. "Está en continuidad con el centro de la ciudad", explica, para añadir: "Aquí difícilmente hay puntos de encuentro social". El sacerdote, que también presta servicio en La Alegría, compara los dos barrios que viven separados por el barranco. "En La Alegría tienen una Comisión de Fiestas, aquí no hay fiestas", pone como ejemplo. En los barrios, considera, las asociaciones de vecinos son entidades fuertes, que canalizan todas las demandas de los residentes. Sin embargo, detalla, en esta urbanización el vecino no necesita que alguien llame al consistorio si se le rompe una farola porque tiene recursos sociales y educativos suficientes para saber dónde tiene que llamar.

Así, la parroquia de Residencial Anaga es "el punto de encuentro más potente" que hay en la zona.

No obstante, para Francisco Miranda, presidente de la asociación de vecinos del Centro Residencial Anaga, el problema es que la parroquia es el único local cuasi público que hay en la zona. "Hemos reivindicado que necesitamos un local para reunirnos los vecinos del barrio", aseguró. Miranda detalló que tiene incluso voluntarios para impartir dichas actividades, pero que no puede hacerlo por falta de espacio.

Asimismo, también explicó que le hicieron una propuesta al Banco de Alimentos para almacenar y repartir comida, pero que tampoco pueden hacerlo por carecer de un local.

El párroco ha abierto las puertas a las salas con las que cuenta a los vecinos para actividades variadas, pero Miranda considera que lo adecuado sería que se contara con un espacio propio y diferenciado, ya que hasta las comunidades de propietarios se reúnen en la parroquia. También Ansina disfruta de las instalaciones. "La parroquia centra la vida del barrio y es donde los vecinos empiezan a conocerse", considera el párroco.

En Residencial Anaga la crisis no se ha notado como en otros barrios, pero ha sido referente de ayuda de barrios vecinos como La Alegría. Chiqui, una de las voluntarias, explica que en la actualidad atienden a alrededor de 100 familias, cerca de 400 personas, a las que ayudan con alimentos. Manuel Joaquín Herba matiza que no solo dan la bolsa de alimentos, sino que en muchas ocasiones se las llevan a casa. "Son siempre las mismas personas y eso propicia que te abran las puertas de las casas y puedas detectar otros problemas. Si el niño está allí pues preguntas por qué no está en el colegio".

Aunque se han volcado con la gente fuera, la iglesia también ha servido para ayudar a personas de la zona que sí se han visto afectadas por la crisis, pero que por su nivel social no se han atrevido a acudir a los Servicios Sociales. "Esto es el mundo urbano, es otra mentalidad", opina Herba.

Nombre y situación

Urbanización Anaga es un barrio de chalés y viviendas situado entre los barrancos de Tahodio y de La Leña. Es el último barrio del distrito Centra-Ifara, ya que al cruzar el barranco se encuentra La Alegría, que ya pertenece al Distrito de Anaga.

Población

En algo más de un kilómetro, Urbanización Anaga cuenta con 2.584 hombres y 2.849 mujeres censados, según los datos del padrón municipal publicados en la página web.

Reseña histórica

Lo que hoy es Residencial Anaga comprendía antaño grandes fincas de plataneras. A finales de los 70 comenzó a urbanizarse, levantando chalés en la zona más alta y pisos de viviendas en la más baja.

Servicios

Posee varias plazas públicas como la de Anaga, del Ingeniero Industrial Arrate y del Arquitecto Alberto Sartoris, una iglesia dedicada al Beato José de Anchieta, parques infantiles, una gasolinera, farmacia, diversas entidades bancarias y otros comercios, ubicados sobre todo en la calle de Carlos J. R. Hamilton y la Rambla de Santa Cruz.

Fiestas

No tiene fiestas del barrio.

Accesos

La única salida al barrio hacia la Rambla cuenta con una parada de guaguas cercana en la avenida Francisco La Roche. La asociación de vecinos se queja debido a que por las mañanas las guaguas reducen de hecho la salida a un solo carril, causando así los correspondientes atascos.

Manuel Joaquín Herba es médico y párroco de Residencial Anaga y de La Alegría. Sostiene que en Residencial Anaga también habitan vecinos de clase media-media y que hace veinte años había incluso pisos de protección oficial. El párroco es, en gran medida, el impulsor de una buena parte de la actividad solidaria del barrio. De hecho, cuenta que organizan todas las Nochebuenas una cena para las personas que están solas o carecen de recursos en el patio de la parroquia. El edificio en el que se levanta esta iglesia se ha convertido en el centro neurálgico de la actividad del barrio, puesto que no existe otro. El párroco cede de manera gratuita las salas a aquellos que las necesiten.

LA RADIOGRAFÍA