AENA juega con el futuro de esta tierra como si se tratase de una colonia más de esas que venden en las numerosas tiendas "dutty free" situadas en las terminales junto a otros productos made in Spain. Pero Tenerife no es un producto más del lote, nuestros aeropuertos se sitúan entre los más rentables de todo el territorio nacional y nos merecemos unas infraestructuras competitivas acordes con el destino de calidad que somos capaces de ofrecer al turista que nos visita.

El esfuerzo que el sector está realizando para sortear la difícil coyuntura económica y poner a punto unas instalaciones que, como en el caso de Puerto de la Cruz, habían quedado un tanto obsoletas debe ir acompañado de medidas como la ampliación del horario del aeropuerto de Los Rodeos, que permitirá incrementar su oferta en 1.740 operaciones al año, lo que supondría un total de 250.000 pasajeros en las tres horas adicionales que se solicitan. No es mucho pedir, teniendo en cuenta que AENA gana 18 millones de euros con los aeropuertos de Tenerife.

Desde el Cabildo de Tenerife no alcanzamos a entender que se nos critique por defender los intereses de nuestra gente, máxime cuando estas críticas llegan desde el Partido Popular de Tenerife en boca del alcalde de uno de los municipios que más se vería beneficiado del incremento de la actividad del aeropuerto de Los Rodeos.

La política, tal y como la concibo, consiste en una labor de gestión encaminada al bienestar del ciudadano por encima de intereses partidistas y sabemos que en esta batalla no estamos solos. Otros grupos políticos, entidades empresariales, Cámara de Comercio, Ashotel y la plataforma TFsemueve ya se han sumado a esta reivindicación que AENA sigue negándose a atender tras casi un año de conversaciones.

El anuncio de una nueva ofensiva por parte de los representantes de la citada plataforma, que surgió el pasado mes de julio para lograr la incorporación de nuestras infraestructuras en la Red Transeuropea, pone de manifiesto el alto grado de implicación de nuestra sociedad en la defensa de nuestros intereses. Resulta imprescindible ir de la mano para cobrar fuerza frente a las agresiones externas que tratan de debilitar nuestra economía.

AENA se está convirtiendo en un gran monstruo insaciable que solo busca su propio beneficio y nos exprime cada vez más sin ofrecernos el jugo. El Cabildo ha contribuido en los últimos años a la creación de 17 nuevas rutas directas que se han traducido en 600.000 plazas aéreas entre 2011 y 2013. Cifras que se convierten en muchos millones que AENA emplea en otras obras en territorio peninsular.

El Cabildo, en aras de mejorar las comunicaciones y conectividad de un territorio insular como el nuestro, fue en su día solidario con el Estado cediéndole los terrenos que hoy ocupan los dos aeropuertos. A cambio, recibimos un cúmulo de despropósitos y nuevos obstáculos que no nos dejan avanzar. Nuestra demanda no se centra en pedir más recursos, de eso ya nos estamos encargando nosotros sin la ayuda de AENA, sino en conseguir una mayor autonomía que nos permita tomar las decisiones que realmente nos permitan ser más competitivos.

*Vicepresidente del Cabildo de Tenerife

@carlosislatener