La segunda reunión entre los representantes de Titsa y el comité de empresa se saldó sin acuerdo. El encuentro, celebrado ayer en la sede que la compañía tiene en Cuevas Blancas, sirvió para que UGT presentara su propuesta unilateral, en la que sobresale que cada uno de los 1.600 trabajadores reduzca su jornada laboral en un día al mes y que libre el siguiente, lo que tendría un coste de 100 euros al mes por empleado.
Además, se planteó impulsar, mediante incentivos, las prejubilaciones así como reducir las gratificaciones a los órganos directivos y altos cargos, así como la unificación de los convenios colectivos de los sectores urbano e interurbano.
En esta ocasión, aunque parece conjunto el propósito final de evitar los 117 despidos que está planteando Titsa en caso de que el ERE sea extintivo, el comité de empresa se presentó a la negociación dividido toda vez que la iniciativa de UGT no estaba consensuada. La empresa recibió este plan para su análisis aunque "jurídicamente" han detectado un primer hándicap, que es estar en situación de paro un día al mes y tener el siguiente de descanso.
Para mañana está convocada la siguiente reunión, que se prevé muy importante, toda vez que el tiempo (un mes) con que cuentan las partes para resolver este problema expirará el 10 de mayo.
En la mesa de negociación, Titsa reconoció ayer que el 67,24% (4,8 millones) de los casi 8 millones que debe reducir de gastos este año que pretende "cargar al coste de la plantilla" es una medida impulsada por la propia empresa, "no impuesta" por el Cabildo. Intersindical Canaria (IC) considera que este es un aspecto susceptible de reducción y mantuvo su oposición a que "también se nos carguen" los resultados negativos de las estaciones deficitarias y de los costes financieros, "que este año están previstos en 1.200.000 euros".
Las partes siguen confiando en que no sea necesario acudir al ERE extintivo y en que haya consenso "en los próximos días", evitando cualquier posible situación de conflicto.